jueves, 30 de abril de 2009

QUEMANDO EL PASADO


Sé que tarde o temprano tendré que abandonar esta casa en la que he vivido, prácticamente, durante los últimos veinte años. A veces imagino ese momento, a veces lo temo, a veces lo deseo. Lo único cierto es que algún día ha de llegar.


Una vez leí que cuando quieras que algo pase debes actuar como si ya fuera real, como si ya fuera un hecho...y ante la incertidumbre, he decidido empezar ha preparar mi mudanza.


A lo largo de mi vida me he mudado unas diez veces y en esto, como en tantas otras cosas, la experiencia es un grado y la experiencia me dice que lo primero que hay que hacer para llevar a cabo una mudanza con éxito es una buena limpieza a fondo, limpieza de enseres, de ropa, de cosas...y he decidido empezar por limpiar el pasado.


De los confines del altillo del ropero, saqué una maleta pequeña en la que conservo los recuerdos. He empezado por las cartas, unas ciento y pico cartas recibidas básicamente en dos épocas distintas de mi vida: una, cuando tendría unos 15 años y me escribían los amigos que veraneaban fuera o se iban a hacer la mili y otra, cuando tenía unos 18 y estuve estudiando en Madrid durante un año y medio.


He leído una por una cada una de las cartas por temor a perder algo que fuera imprescindible para mi vida. El hecho de que ahora me sienta capaz de deshacerme de todas ellas es ya algo muy significativo. Si ya lo dije desde el principio, VERÓNICA, ALGO VA MAL. Esto de las cartas no es más que otra manifestación de ese algo que va mal.


Aún así, la experiencia no ha estado mal. He recordado a una "yo" casi olvidada, que creía en mil cosas en las que ya no creo, con otros principios, con otras ideas, otras ilusiones. He recordado amig@s que me remontaron durante varios días al pasado. Pero como he decidido que cuando me vaya partiré ligera de equipaje, he resumido todo en apenas una cuartilla en la que anoté algunos nombres, algunas direcciones, algunas fechas. Cuando haga la mudanza, el pasado tendrá que caber en una caja de zapatos porque cuando me vaya quiero tener una vida nueva, renacer, ser otra.


Finalmente, para darle un toque sacrílego al acto decidí que sería bonito quemar las cartas. Me proveí de un recipiente adecuado para contener la pequeña hoguera, cogí el porro que tenia guardado desde hacía semanas (porro que le había pedido a un compañero de trabajo en mi búsqueda de emociones fuertes, hace siglos que no me fumaba uno) y salí al jardín para llevar a cabo mi ceremonia de "quema del pasado".


Encendí el porro y empecé a fumar...de entrada casi no me muero de la asfixia, jajaja, pero cuando pude controlarme un poco empezó a parecerme el cielo de la noche de un azúl más intenso, las estrellas más brillantes, todo muy hermoso. Ya estaba en órbita y decidí proceder a la quema: la primera carta ardió en hermosas llamas amarillas, rojas, armando un poco de humareda. La segunda carta fue casi alucinógena: una llama entre azul aguamarina y azul cobalto, como de gas butano, se elevó medio metro delante de mi nariz. No tengo ni idea que la produjo, pero imagino que el material del sello o quizás del sobre. La humareda era ya de pronóstico y me dio miedo que los vecinos asomaran la nariz y me pillaran allí, en pijama, a las tantas de la madrugada, con un porro en la mano y jugando con fuego, así que me vi obligada a dar por finalizada la ceremonia, (por cierto, que el porro también lo apagué y me guardé la mitad que quedó para otra ocasión).


Mi ceremonía quedó frustrada para siempre y mi pasado acabó en un contenedor azúl. Así, una parte de mi pasado será reciclada...esperemos que toda esta historia sirva para que una parte de mi se recicle también y pueda por fin empezar una vida nueva.

miércoles, 29 de abril de 2009

LIFETIME

Y para mi que es más bien al revés....tras par de novietes conoces a alguien y te crees que estas ante el amor verdadero, el único...te casas, o te arrejuntas...y luego te separas y te encuentras con toda una jungla de bichos raros y claro ya no crees que exista el amor verdadero, el único.

lunes, 27 de abril de 2009

DOPAJE DOMÉSTICO

Aproveché que tenía unos lunarcillos "evolucionados" para ir al médico de cabecera y así escaquearme unas horas del curro y ya que estamos, aproveché para contarle mi persistente sensación, mi convencimiento, en realidad, de que algo va mal. No me hizo falta contarle mucho para que me mandara unas pastillitas que me ayudaran a dormir y con el tiempo me animarán -eso como que no cuadra mucho, pero fue lo que dijo- y me están sentando de maravilla. Dormir no es que duerma mucho, al menos no en las horas debidas, pero me levantó con la sensación de estar en otra dimensión, de ver las cosas desde otro punto de vista. Como si mi vida no fuera mi vida, sino la de otra persona, como el que ve una película y se identifica con el protagonista. Un punto de vista diferente, menos personal, más objetivo....me gusta esto del dopaje doméstico: legal, barato y efectivo.

jueves, 16 de abril de 2009

BIENAVENTURADOS.....

Bienaventurados los que nacen con una vocación laboral clara y definida....porque ellos no pasarán sus días preguntándose qué demonios he hecho yo para terminar en este trabajo de mierda.

lunes, 13 de abril de 2009

EL GATO

Hace unos días lo vi. Estaba de aparcacoches, mugriento y raquítico, aunque su cara no estaba tan estropeada como era de esperar. Es mayor que yo, debe tener unos 45 o más y sigue teniendo cierto encanto. Cuando lo conocí yo debía tener unos 14 o 15 años y andaba tonteando con los porros y con alguna cosa más. Él iba mucho más pasado. Me gustaba mucho, me atraía, pero a la vez me daba miedo. Sabía que no era un tipo de fiar, que estaba demasiado metido...y afortunadamente, nunca me atreví a acercarme a él.

Ahora lo veo de vez en cuando, sus ojos siempre dislocados, y me recuerda que a pesar de todo, no siempre me equivoqué en mis elecciones.

sábado, 11 de abril de 2009

EL TIPO DE LA MÁQUINA KIRBY


Ayer me dí la gran paliza haciendo la limpieza general de mi dormitorio. La culpa la tiene el tipo de la máquina Kirby y yo, que tropiezo siempre con la misma piedra.



Te llaman a tu casa, te hacen un par de preguntas sencillitas: ¿tiene usted moqueta? ¿tiene usted alfombras? y luego te ofrecen una limpieza de alfombra gratis para hacerte una demostración de la Kirby. Yo, que no hace mucho leí en uno de esos emails que te mandan sobre lecciones magistrales de la vida, que todo aquello que sea gratis, aprovéchalo, acepté.



El día de la cita apareció el tipo con la super Kirby, una especie de aspiradora supersónica, con motor de doble turbina y hecha con los mismos materiales que los cohetes espaciales, que hace casi de todo. En la demostración trata de hacerte ver que para hacer una verdadera limpieza completa necesitas a la Kirby y para demostrártelo empieza a sacar muestra de la mierda que tienes en tu alfombra, tu sofá, tus cortinas, etc. y ha meterse con la gran cantidad de ácaros que tienes en tu casa. Cuando insinuó el precio -ni siquiera llegó a decirlo con certeza- le dejé claro que no iba a comprar la Kirby por dos buenas razones: una, no me sobran entre 60 y 90 euros mensuales y dos, aunque tuviera la máquina no tengo tiempo de usarla.



El tipo seguía con la demostración y como golpe de gracia, insistió en pasar la dichosa maquinita por mi cama. Sacó un montón de polvo blanco que según él son ácaros y restos de mi piel...hasta quemó un poco del polvo para que viera que olía a carne quemada...flipante. Yo, ya un poco harta de que me estuviera insinuado que era una guarra con sus comentarios tipo "si fuera yo, su colchón lo tiraba a la basura" y cosas del estilo, salí en defensa de los ácaros, que pobrecitos, siempre han estado ahí y no molestan más que a los alérgicos y no es mi caso. Salí en defensa de la guarrería, porque hoy en día todos sabemos que la superlimpieza es tan perjudicial como la mismísima hediondes.



El tipo terminó largándose, pero dejó su huella en mi cabeza. Mr. Kirby me había llamado guarra y en el fondo yo sabía que tenía razón, porque desde mi divorcio no he llevado esta casa como dios manda, eso está claro. Y como rectificar es de sabios, retomé las riendas y me dí la gran paliza limpiando a fondo mi dormitorio...y es solo el principio, pienso limpiar toda la casa. Pero me quedé rabiando, sobre todo por no haberle dicho a Mr. Kirby que quizás mi casa estuviera llena de ácaros pero que mi barriga está en su sitio, no como la de él, asquerosamente prominente dentro de su traje cutre y que eso sí que es peligroso para la salud, pero ante todo me quedé rabiándo por haber dejado entrar a aquel tipejo en mi vida. A la segunda o tercera insinuación de que yo era una guarra tenía que haberlo puesto de patitas en la calle. En fin, váyase usted a la mierda Mr. Kirby.

viernes, 10 de abril de 2009

SIMPLIFICANDO

Al final resulta que pones en el Google buscar "asesinos a sueldo" y te salen una purriada de ellos, que te ofrecen su email para que conectes. Muy sospechoso, sabe dios quien anda detrás. De todas formas, todo muy complicado...paso.

Ayer me dí un baño relajante y mientras me lo daba me llamó Gumer al móvil. Se me ocurrió que si se me caía el móvil dentro de la bañera igual moría electrocutada. Gumer cree que no, que el único que moriría sería el móvil, a no ser que lo tuviera conectado a la red, cargándose. La idea no es mala y desde luego mucho más sencilla. Aunque habría que asegurarse de que funciona. Incluso podría burlar a los del seguro de vida...¿por qué no iba a ser un accidente? (la anoto).

jueves, 9 de abril de 2009

ALGO VA MAL

Ayer me pasé la tarde lloriqueando, deseando estar muerta y pensando en las diversas formas de suicidio....está claro, Verónica, algo va mal, me dije. Peor aún cuando se me ocurrió que lo más seguro y productivo podría ser contratar a un asesino a sueldo, anónimamente, claro. Darle referencias de mi y asegurarle el pago de sus honorarios una vez realizado el trabajo. Así el seguro de vida habría servido para algo, porque esos cabrones, si te suicidas, no pagan. Luego se me planteó el primer contratiempo: ¿cómo encuentro a un asesino a sueldo y contacto con él?
¿Alguna idea? Si alguien puede aportar algo....se agradecería.

Aunque bien mirado podría ser un buen argumento para una novela. Una cuarentona solitaria decide terminar sus días pero sin levantar sospechas. Busca a un asesino a sueldo al que promete pagarle cuando el trabajo esté terminado y éste, empieza a seguirla, a estudiar sus movimientos para determinar la forma menos sospechosa de cargársela y....bualá, se enamora de ella. El amor, cómo siempre, termina invadiéndolo todo.