miércoles, 27 de mayo de 2009

YO, LA CRISIS Y MI CRISIS

He pasado unos días raros.



Primero me dio por tirar la casa por la ventana, casi literalmente. Me dio por gastar dinero a mansalva, me he fundido o he comprometido buena parte de mis ahorros, de lo ahorros que tengo para cuando me tenga que ir de esta casa y tenga que pagar un alquiler. Es un poco una reacción anticrisis, porque me da coraje que nos hayan metido el miedo en el cuerpo y andemos todos guardando hasta el último céntimo debajo de la cama por miedo a lo que pueda pasar. ¡¡Con eso solo conseguimos aumentar la crisis!!



Pero también es algo más, es un vivir al día como si me fuera a morir mañana. Quizás fuera que tenía cita en el dermatólogo y esperaba que me dijera que mis lunares evolucionados eran un cáncer feroz que acabaría conmigo en un santiamén. Quizás sea que el cáncer me ronda últimamente, como diciéndome "no querías, toma dos tazas". La verdad es que lo he deseado tanto que sería lo justo...



Después de mis días de rica generosa me vinieron unos cuantos de bajona total, de esos de estar todo el día preguntándome "¿y qué se supone que tengo que esperar de la vida ahora?". Y no obtengo respuesta: ¿un éxito laboral que no he tenido? ¿enamorarme de nuevo? ¿sufrir desengaños de nuevo? ¿ver crecer a mis nietos, aún no nacidos, y ver morir a mis padres? ¿ver cómo envejezco?



Yo, que soy la reina de los libros de autoayuda, sé lo que dicen al respecto: dále la vuelta a la pregunta, no preguntes qué tienes que esperar de la vida ahora, pregúntate qué vas a aportar tú a la vida a partir de ahora. Pero claro, tampoco tengo respuesta y sigo ahí, a oscuras, a sabiendas de que todos esos libros no me impidieron vivir una mentira durante años, no me impidieron tampoco perder mi dignidad, perderme yo toda.



He vivido una vida completa, nací y morí un día, aunque aún esté aquí y ahora soy solo un reflejo de alguien que ya no soy, de alguien que seré. Creo que volveré a nacer algún día de estos, pero mientras tanto, este intermedio me está matando.

miércoles, 20 de mayo de 2009

QUIERO CHUPARTE LOS DEDOS DE LOS PIES

"Quiero ser sincero contigo desde el principio: ni yo soy tu príncipe azúl, ni tu eres mi princesa, pero me pones y quiero tener sexo contigo...quiero meterte en mi cama y chuparte los dedos de los pies...quiero ser tu esclavo, pídeme lo que quieras..."

La playa dió mucho de sí....ya lo dije.

Lo ví el primer día cuando ya me iba y lo miré con cara de "sí, vengo sola a la playa, ¿qué pasa?", super agresiva. Al día siguiente me buscó y me encontró. Me lanzó un efusivo adiós desde lejos con la mano y ni me inmuté, me hice la loca totalmente, pero él caminó unos doscientos metros más y volvió sobre sus pasos. Hablamos un rato. Me dijo que era soltero y yo me sorprendí diciéndole "pues yo divorciada y nada más", tan agresiva que me dijo "vale, tranquila, ehh, que solo era una pregunta" o algo así.

Dejó claras sus intenciones pero le dije que ya tengo mis necesidades sexuales cubiertas y que desde luego ahora mismo no busco ninguna otra cosa. No me dejó ir hasta que le dí el móvil.

Al tercer día me sonó el móvil cuando estaba en la playa pero tengo por norma no devolver llamadas a números desconocidos y dejé que el destino jugara sus cartas. No tardó en aparecer. Estuvimos bastante rato hablando y al poquito ya me decía que yo era un poquito paranoica y que yo sola me las cocía y me las comía, debido a preguntas mías del tipo "vale, ahora déjate de cuentos y dime, ¿estás casado, verdad?".

Me propuso ser el amante ideal, el amigo con derecho a roce que te llama o al que puedes llamar sin ningún compromiso, con la excusa de tomar un café, cuando te apetezca tener buen sexo.

Me recordó a Arturo, qué también dice que soy un poco paranoica y que pienso demasiado. Parecía la reencarnación del amante que Arturo dice que me tengo que buscar, con casa propia, soltero, sin compromisos.

Seguimos hablando y entonces le pedí que me pusiera protector en la espalda porque el único inconveniente que tiene el ir sola a la playa es ése, que lo que es la espalda se te achicharra y la mía estaba super quemada. Me puso el protector, con el consguiente alivio y luego siguió dándome un masaje en la nuca...y ahí ya me perdí.

Además, a mi me pone que me chupen los dedos de los pies.

viernes, 15 de mayo de 2009

PASÁNDOLO BIEN, A PESAR DE LOS PESARES

Como decía, la playa dio mucho de sí...

A pesar de los intentos de boicot por parte de mi ex, que me llamó todos y cada uno de los días para quejarse del comportamiento del único de nuestros tres hijos que vive con él, y de las puntas de Gumer, que estaba rabiando de celos imaginándome allí en topless (o eso creo yo) y con el que acabé cabreadísima cuando me llamó a las 8 de la mañana, solo para compartir "sus momentos" conmigo...A pesar de los pesares, lo pasé muy bien.

Tumbarte sobre la arena suave, dejarte abrazar por el solecito, dejar que el mar te acaricie, te acoja...ummmm genial. Me costo liberarme, dejarme llevar, pero lo conseguí.

Un día me dediqué a desahogarme: esta zambullida por mi jefe, que es un capullo; ésta por mi compañera, por las veces que se pone borde; esta por el jefe de almacén, que me contesta mal; así, zambullida va, zambullida viene, muy divertido. Siempre me encantó jugar con el mar.

¡Qué bueno cuando te sientes bien contigo misma, aunque estés sola en sitios a los que se suele ir acompañada, qué bueno, de verdad!

Y aún hubo más....

jueves, 14 de mayo de 2009

A LLORAR A LA PLAYA


He tenido una semana de vacaciones y para no desperdiciarla en nimiedades decidí llevar a la práctica los consejos de Luisy, monitora de sesiones de risoterapia a las que he tenído la suerte de asistir en un par de ocasiones. ´


Luisy es una mujer que tiene ese aspecto que te hace saber la edad que tiene y a la vez admirar la forma en la que la lleva (igual que yo, creo, jejeje). En sus sesiones siempre dice que lo único que realmente tenemos es TIEMPO y que hay que aprovecharlo. Entre sus buenos consejos está el de que hay que vivir el presente y disfrutarlo y que si te sientes deprimida o triste o sola o lo que sea, que muy bien, que lo admitas y aún así, hagas un esfuerzo por sobrellevarlo. ¿Cómo? De entrada, saliendo a la calle, según sus palabras: "te pones las gafas oscuras y tiras pa la playa, pa el campo o pa El Corte Inglés, pero sales y luego allí, tu muy digna con tus gafas, te hinchas a llorar si quieres, que ya verás que en un ratito te estas fijando en el bañador tan horroroso que lleva aquella o en lo caro que se ha puesto todo...y poco a poco te olvida hasta de lo deprimida que estabas".


A mi que me encanta la playa y que además tengo la fortuna de vivir en uno de los lugares del planeta con mejor clima, decidí que iba a aprovechar mi semanita de vacaciones. Y así lo hice. Me fui del lunes a viernes, sola porque no tenía con quien, con mis gafas oscuras, a llorar si hacía falta y a tomar el sol en las tetas, que me gusta a mi lucir bronceado uniforme y no veas lo que dió de si la semanita, no veas....


P.D.: Ya iré contando.

miércoles, 6 de mayo de 2009

LAS MIL Y UNA NOCHES y medio porro.



Las tenía todas conmigo. Iba a ser una noche memorable. Tenía preparada la peli Las mil y una noches de Pier Paolo Pasolini y el medio porro que me quedaba.


El plan era fumarme el medio porro y luego partirme de la risa viendo la peli. ¿Por qué esta peli y no otra? Pues porque en mi afán de quemar el pasado quería revivir el momento en el que vi la peli por primera vez. Situémonos. Siglo pasado, más o menos. Yo tenía 14 años y un afán exagerado de aprender de todo menos lo que enseñaban en el cole. Mi cómplice, compañera de 15 años, propuso el plan: teníamos que ver a toda costa Las mil y una noches porque se la había recomendado su profe de literatura, que era un tipo de lo más progre. El problema, que era para mayores de 18 y en la prehistoria no teníamos ni Internet, ni, si me apuras, videoclubs, así que le pedí unas botas de tacón alto a mi prima, buscamos unos jerseys muy pegados, un poco de relleno para las tetas y mucho, mucho maquillaje. Teníamos que aparentar más edad, y lo conseguimos, aunque también conseguimos aparentar ser dos jóvenes de vida alegre. Vamos, que más que nada parecíamos dos prostitutas, jajaja.


Nos dejaron entrar en el cine (ahora estoy casi segura de que el tipo de la taquilla tenía claro que no éramos más que dos crías) y de entrada nos chocó ver solo 5 o 6 espectadores, todos hombres, desperdigados por la sala. Luego empezó la peli y solo recuerdo que nos reímos como locas (el sabor de lo prohibido, seguro). Sobrevivimos a la aventura, ninguno de aquellos tipos se metió con nosotras, ni nos ofrecieron dinero por nuestros servicios ni na de na. El caso es que yo recordaba aquella película como algo la mar de divertido y por eso la elegí para mi noche memorable.


Salí al jardín a fumarme el porro e igual que con la primera mitad, empezó todo a parecerme más brillante pero al poco mis perros (un perro y una perra) empezaron a pelearse por estar más cerca de mi (es que me adoran y me toman como una posesión) y decidí entrar en la casa. En cuanto me levanté, bufffff, qué mareo, me tambaleé. A duras penas llegué a la cocina dónde me caí redonda. Sí, me desmayé, aunque debió de ser sin estrépito ni nada porque luego no tenía ni un chichón.
Cuando volví en mi, me fui al salón a ver la peli y, nada, imposible centrarme, me dormí. Eso sí, lo poco que vi empezó a parecerme cosa de pederastas, sí, como lo oyen y es que los protagonistas deben de andar entre los 15 y los 18 (no sé si eso se considera dentro de la pederastia). Qué fuerte todo y qué patética yo, pero como no hay mal que por bien no venga, no más porros, por Dios, que parece mentira que olvidara que por algo los dejé en su día. Hay, Vero, que pena que me das, buscando como loca la salsa de la vida donde no la hay....

martes, 5 de mayo de 2009

LA INCERTIDUMBRE

La verdad es inalcanzable, pero lo que realmente me mata es la incertidumbre.

Un ejemplo. Cuando ya mi matrimonio se había roto, cuando ya tenía claro que estábamos teniendo la ultima conversación, le pregunté a mi ex si me había sido infiel alguna vez durante los veinte años que estuvimos casados y me dijo que no. Sin embargo, si hiciéramos una encuesta entre amigos y familiares, ganaría el sí con diferencia. ¿Por qué? Porque mi ex tenía negocios en Tailandia y viajaba allí a menudo, solo o con su socio.

Yo no sé que creer. Nuestro matrimonio no fracasó por eso, pero me sigue matando la incertidumbre. Me digo, Vero, déjalo ya, ya no importa...pero ella, la incertidumbre, vuelve, una y otra vez, a rondarme como loba hambrienta.

domingo, 3 de mayo de 2009

LA VERDAD INALCANZABLE

Hace poco leí un libro de un escritor peruano (no cito el título para no fastidiarle la lectura del mismo a nadie) en el cual la protagonista, mujer casada, le ponía los cuernos a su marido. Éste, tras sentirse ofendido y dolido (yo creo que se siente así realmente), decide perdonarla. La protagonista se siente agradecida, pero lo que no sabe, de lo que no tiene ni idea, es de que su marido se "toca" pensando en otros hombres. El marido, para nada considera esa tendencia suya como algo a tener en cuenta en todo el asunto.

Alguien dijo "La verdad os hará libres" y yo creo que la verdad es inalcanzable, al menos la que otros nos presentan como verdad. Por mucho que confies en alguien, por mucho que desees creer lo que te cuenta, por muchas pruebas que te presente, si es que te presenta alguna, podrá seguir mintiendo de pensamiento y tú nunca lo sabras.

La verdad es inalcanzable, ¿cómo poder, entonces, confiar en nadie?