viernes, 31 de diciembre de 2010

Y SE ACABO EL AÑO


Sí, se acabo el año...y volví de Nueva Zelandia, claro. El viaje: una pasada. En todos los aspectos, me lo pasé de maravilla, especialmente por la compañía, mi hijo, que es un entusiasta de la vida y eso es justo lo que más falta me hace.
Por lo demás, el país es increiblemente bonito, seguro, la gente amable. Hice caída libre, monté en globo, puenting y todo lo que pillamos. Genial todo. Fue como un reto a mi misma, una forma de demostrarme que aún sin mi ex, aún a mi edad, puedo irme al otro extremo del planeta y hacer todo lo que me venga en gana y pasarlo genial. Sin duda, el mejor viaje de mi vida (o ¡¡¡el viaje de mi vida!!!).
Claro que tan bien lo pasé que la vuelta fue catastrófica. Síndrome post-vacacional demoledor. Llegué un miércoles y el jueves lloraba a lágrima viva mientrás iba en el coche a hacer la compra. Algo así como: ¿qué demonios hago yo aquí? La realidad se me cayó encima.
Me ha costado un montón ponerme al día y aún ando atrasada en muchas cosas (la uned, por ej.).
Pero ya tengo mi lista de propositos para el año nuevo y también mi lista de sueños por realizar, nuvos países que quiero visitar, etc., etc. porque si no tengo objetivos por delante...malo, malo.
Además estoy dejando el dopaje doméstico y me dan unas bajonas que pa ke...pero eso, con retraso, pero sigo aquí.

¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo a todos los que pasen por aquí!
Especialmente a Oscuro, mi fiel compañero cibernetico y probablemente el único que se pasa por aquí, si es que no ha perdido la costumbre después de tanto tiempo.
Un besote, Os.

sábado, 9 de octubre de 2010

¿QUÉ ES LO QUE ME PONE DE LOS NERVIOS?

Hoy no me desperté muy bien que digamos: párpados hinchados, abdomen hinchado, ligero dolor de ovarios y dolor de cabeza incipiente. Así que en contra de mi costumbre no estuve muy animada en la oficina a pesar de que sólo me queda trabajar el lunes para irme de vacaciones. Arturo me preguntaba hoy si no estaba nerviosa, por lo de el viaje y eso.

El caso es que el día sobrellevándolo como pude, frenando el dolor de cabeza e intentando animarme. Eso hasta cinco minutos antes de salir del trabajo, que me llamaron para decirme que mi hermano había tenido un accidente. Alguna vez he hablado de este hermano, es un tío conflictivo, fumeta de porros desde hace siglos y sabe dios que otras cosas se mete, inestable, insoportable, maltratador, egoista y arma follones. Vamos que a mi me da igual lo que le pase, pero no podía dejar a mi madre sola y al final me toco pasarme desde las 4 a las 11 de la noche en urgencias, acompañándola. El accidente bastante grave: caida desde una grúa a la que se le rompió el cable, desde una altura de unos 9 metros. Las consecuencias: varias costillas rotas, pequeño neumotoras y una brecha de 30 puntos en la cabeza. Mi madre toda la tarde: pobrecito, que mala suerte tiene y yo pensando que de eso nada, que en realidad es un tio con mucha suerte porque podía haberse quedado paralítico o tonto del todo y nada. La que me da pena a mi es mi madre, que se va a ver con mi hermano en su casa con reposo absoluto por un lado y con mi padre por el otro.

El tema es que la ocasión me ha dado la oportunidad de darme cuenta de hasta que punto paso de él y me es absolutamente indiferente lo que le pase. Hace años que pienso así, pero nunca tuve la oportunidad de demostrarme a mi misma que así era y hoy ha sido el día.

Luego, de vuelta a casa, reflexionando sobre mi día, he llegado a la conclusión de que no, que irme de viaje no me pone nerviosa para nada, que a mi lo que me pone de los nervios es mi vida aquí: ver a mi madre desmemoriada, a mi padre cayendose a cachitos, al animalito de mi jefe, etc. etc. Mi vida eso sí que me pone de los nervios. Pero yo, pa lante, que mi hijo y Nueva Zelanda, me esperan.

sábado, 2 de octubre de 2010

APENAS UNA SEMANA

Ya tengo pasaje!!! Flipa con el plan de vuelo: Canarias-Madrid: duración 2:35 horas; Madrid-Dubai: 7:05; Dubai-Christchurch: 21:30 con dos escalas técnicas!! Voy a terminar hablando hasta con el piloto y eso que yo soy calladita. Tardo dos días en llegar pero estoy segura de que valdrá la pena. He sacado un seguro de viaje que me cubre buena parte del billete de vuelta si tengo que volver antes de tiempo porque me da miedo que le pase algo a mi padre y tenga que volver corriendo.

También cubre enfermedad y no está de más porque este mes me ha venido la regla dos veces, cosa rarísima en mi y que me ha dejado mosca perdida. Además me traicioné a mi misma porque fui al médico a por más dopaje doméstico y le comenté que me levanto con los párpados hinchadísimos y me mandó un análisis de orina de 24 horas, así que mañana me pasaré el día orinando en un bote. Eso sí tengo claro, no voy a buscar los resultados hasta la vuelta ni loca. Este viaje no se me chafa.

Por lo demás, ahí ando de nuevo enganchada a los libros de autoayuda. Mi último descubrimiento: la PNL y Tony Robbinson. Enganchadita que me tiene. Al menos no se limitan a decir que desees algo y tengas fe y ya lo vas a conseguir. Te dicen que el deseo solo no lleva a ninguna parte, y tampoco el pensamiento positivo, que sin acción no hay nada que hacer. Y he entrado en acción: me levanto todos los días a las 5 de la mañana para estudiar como especular en bolsa lo más posible hasta que me vaya. Yo, que me cuesta horrores madrugar...pero estoy decidida a planear mi futuro, uno mejor económica y laboralmente y voy a por ello.

Los cambios en la decoración de mi dormitorio continúan, ahora estoy pintando un espejo que tengo, eso también me anima. Además hoy vino mi ex, a traerme dinero para que se lo lleve a mi hijo a Nueva Zelanda y me ha dado dinero para la casa y aunque yo le digo que ahora mismo no hay ningún hijo viviendo aquí y que no tiene porque darmelo, insiste y me lo da. Luego, hablando de otras cosas, me volvió a decir que no voy a tener que dejar esta casa nunca, ni siquiera cuando mis hijos se independicen. No sé si debo fiarme o no. En realidad tengo la sensación de que lo que le gusta es seguir teniendome bajo su ala de alguna manera. Segro que la cosa cambiaría si se entera que el Gumer pasa fines de semana aquí, durmiendo en su cama, por poner un ejemplo. Yo por lo pronto, a caballo regalado no le miro el diente y por lo demás, el tiempo ya dirá.

domingo, 19 de septiembre de 2010

TRES SEMANAS

Estoy super liada últimamente y tengo este blog abandonadito, pero es que últimamente la vida corre tan deprisa...

Para empezar, terremoto de 7,2 en Christchurch, justo la ciudad donde está mi hijo. Menos mal que el padre me llamó antes de que me enterara por la tele y me tranquilizó porque ya había hablado con él. No le pasó nada, solo el susto y destrozos menores en la casa. Cuando vi las imágenes en la tele, a pesar de que ya había hablado con él y estaba tranquila, me vine abajo. Solo pensar en la posibilidad de que le hubiera pasado algo o que no hubiéramos podido comunicar, sabiendo que se tarda dos días en llegar hasta allí, me hubiera muerto ipsofacto. Doy gracias, mil gracias a que está bien. Y otras mil porque si todo sigue como va, en tres semanitas estaré viajando camino de Nueva Zelanda para visitarle y darnos juntos el viaje de mi vida.

Con respecto a mi otro hijo, aquel al que le soy indiferente, antes de que le escribiera la carta me llamó para despedirse. Se fue a Zaragoza a hacer la instrucción para entrar en el servicio militar. Estoy convencida de que no me llamó por propia iniciativa, casi segura de que alguién, la hermana de mi ex, por ejemplo, le diría que se despidera de sus padres, pero no dejó de ser un paso hacia adelante. Después de eso escribí la carta y hacerlo me ha servido para mucho. Me he dado cuenta de que necesito y quiero saber de él y aunque en el fondo sé que hasta que no hablemos de todo lo que ha pasado la herida nunca cerrará, volver a tener unas "relaciones aparentemente normales" puede ser el primer paso. Así que aproveché y una semana más tarde le llamé yo para saber como le iba y hoy me ha llamado él para decirme que ya está de vuelta. Todos los caminos empiezan con un primer paso, aunque no sé si el final del camino será el deseado.

Este fin de semana ha estado Gumer aquí, ya para despedirnos hasta noviembre y me ha pintado mi dormitorio, que era uno de los cambios que quería hacer en la casa. En noviembre hará 4 años que mi ex se fue y la casa sigue exactamente igual. Necesito esos cambios y le agradezco a Gumer que me ayude en esto.

Ahora tengo 3 semanas para planificar mi viaje, y luego casi un mes de vacaciones, ¡guau! Estoy ilusionada. Después en seguida vendrá la Navidad, pero a partir de enero voy a dar un giro definitivo a mi vida. A partir de enero, todo lo que no me guste tendrá que cambiar, empezando por mi trabajo, del que estoy francamente hartita.

sábado, 28 de agosto de 2010

CARTA A MI HIJO

Fui a ver a mi querido Ayoze, mi psicólogo y le conté lo mal que lo pasé en el hospital, con la indiferencia de mi hijo y me ha mandado como deberes, escribirle una carta (que no tendría porque darle) contando todo lo que siento: culpabilidad, rabia, impotencia, frustración, tristeza, pesar, ira...
La foto es algo que veo cada vez que salgo del psicólogo. "Te amo, cosita preciosa"...siempre me sube la moral aunque por supuestísimo no está dedicado a mi, que se le va a hacer.

viernes, 20 de agosto de 2010

LA VIDA SIGUE

Me está costando últimamente esto de poner al día este blog-diario pero es que el tiempo siempre se me hace poco.
He abandonado definitivamente la idea de las oposiciones. No hacía más que preguntarme a mi misma sino sería mi yo más profundo el que saboteaba el tema. No tengo nada en contra de los funcionarios, he trabajado con ellos y sé que hay de todo, como en todas partes. Pero francamente siempre he sentido que sería una pena que alguien que trabaja como yo lo hago se desperdicie en un puesto de funcionaria. Sonará pedante, pero es la verdad, aunque lo mismo me está pasando en la empresa privada en la que trabajo: me siento menospreciada, desperdiciada, infravalorada y sin perspectivas de nada. Así que, aunque estaba completamente decidida a ponerme a fondo de nuevo con las oposiciones, me entró tal depre a la semana de estar en ello, que he decidido renunciar.
La situación de crisis va a hacer que mucha gente se presente y el nivel esté muy alto, mucha gente que tiene todo el día para estudiar porque está en paro y va a ser muy difícil competir con ellos si tengo que pasarme 8 horas y media trabajando.
He encontrado una salida y me estoy poniendo a fondo con ello: especular en bolsa. Ya sé que suena tonto, pero es algo que se estudia también, que se puede aprender y yo sirvo para eso, para estudiar y aprender. El tema me gusta y cumplo con unos cuantos requisitos mínimos, por decirlo de alguna manera, así que estoy aprendiendo todo lo que puedo y espero estar a principios de año operando con regularidad.
Por lo demás la vida sigue. Mi hijo el mayor se tuvo que operar de un quiste encima de la nuez. Nada importante, en principio, y todo ha salido bien por ahora. El caso es que llamó a su hermano, el que me ignora, y fue a verle. Mi ex y yo lo saludamos educadamente y nos apartamos para que los hermanos pudieran hablar. Él nos ignoró y nosotros lo ignoramos. No sé si hacemos bien o mal, la situación no fue agradable, no al menos para mi, que sufro mucho con su indiferencia, pero él visita a sus abuelos, vé a sus hermanos, habla con sus tíos y a los únicos que ignora como si no existieran es a su padre y a mí. Mi ex lo tiene muy claro, no va a estar detrás de él y dice que tenemos que tener la conciencia tranquila, que hicimos todo lo que pudimos. Yo por mi parte solo sé que duele, duele mucho.
El otro sigue en Nueva Zelanda y si las cosas van bien iré a verle en Octubre, en plan pasarme la crisis por el mismisimo...y tirar la casa por la ventana, y luego que me quiten lo bailado.

A veces me pregunto como demonios he llegado hasta aquí, hasta este punto en el que estoy y no sé si sentirme dichosa o desgraciada. Sólo sé que soy diferente, que mi vida es diferente, que no estoy en el lugar que me corresponde y por eso busco, busco y sigo buscando, como rata de laboratorio en su laberinto. Quizás algún día encuentre la salida.

martes, 3 de agosto de 2010

¡SOY UNA ENTERADA!

Pues eso, que soy una enterada. Mi padre, al que los médicos dieron el alta "porque aquí ya no podemos hacer nada" y al que yo quería ayudar a "dejar de sufrir" se acaba de pasar una semana en un apartamento. Por supuesto con muchas limitaciones: sin baños, paseos muy cortitos, etc. Pero ha estado allí, ha cambiado de aires y ha hecho cosas diferentes. Además habla de cuando esté mejor.
En definitiva, que se agarra a la vida como una garrapata y ahora me doy cuenta de lo enterada que he sido, porque sinceramente hubo momentos en que tuve ganas reales de matarlo, literalmente. La vida siempre me sorprende.
Aprenderé la lección.

miércoles, 21 de julio de 2010

BIPOLAR


Hace siglos que no me nace escribir en este diario-blog y no es que no pasen cosas, que algunas pasan. Pero debe ser que no pasan las que debieran, no sé.
Mi vida se mide últimamente por las visitas a Ayoze, mi psicólogo. Nos vemos una vez al mes, así que ese es el tiempo que tengo para tratar de poner luz a mi vida. A medida que transcurre voy analizando lo que va ocurriendo: primera semana con Gumer en su isla, relajadita; 2º de bajona total por diversos motivos (ya no era llorar, ya era berrear); 3º euforia: voy a aprender a jugar en la bolsa, me voy a hacer rica y voy a mandar a paseo a mi jefe; 4ª escarceo sexual con un amigo, 1º euforia-alegría, luego depresión absoluta. Próxima cita, el viernes: no he hecho los deberes (tenía que quedar con una amiga para hacer una cosa determinada) y además me he sentido como metida en una montaña rusa, tan pronto allá arriba, como allá abajo. Ahora ando por los suelos, seguro que de aquí al viernes no hay mejoría, le va a tocar mal rollito al bueno de Ayoze, qué se le va a hacer...

lunes, 5 de julio de 2010

LOS TIPOS DE APEGO

Hay que ver cómo es la vida, cómo le gusta jugar con nosotros.
Resulta que cuando buscas desesperadamente algo (a alguien, una respuesta, una oportunidad) no lo encuentras y luego, cuando andas metido en otra cosa, se te planta delante de las narices sin tú quererlo.
Todo viene a cuenta porque leyendo el libro de Lucía Etxebarria, Ya no sufro por amor (que recomiendo) me encontré con la descripción perfecta de mi hijo, ese que me ignora. (El porqué yo leo tal tipo de libros o el porqué Lucía escribe tales cosas, serían también buenos temas de qué hablar, pero no es el momento).
Alude en el libro a la llamada "teoría del apego", formulada por John Bowlby. Partiendo de esta teoría se llevó a cabo un experimento en el cual diferentes niños jugaban en una habitación vigilados por su madre, que se sentaba tranquilamente en un rincón. En un momento dado, la madre salía de la estancia y venía a sustituirla una persona extraña. Los niños se comportaban según tres patrones claramente diferenciados:

a) niños seguros: que jugaban dirigiendo miradas a su madre de cuando en cuando y soriéndole. Cuando la madre se iba, el niño dejaba de jugar, pero se mostraba amable con el desconocido. Al volver la madre, el niño se aferraba a ella y luego volvía a jugar.

b) niños evasivos: cuando su madre estaba en la sala, la exploraban y jugaban con todos los juguetes, pero sin mirarla ni sonreirle. Si la madre se iba, el niño no dejaba de jugar ni se mostraba triste, se mostraba tan distante con el desconocido como con la madre, o a veces era más receptivo y amable incluso que con ella. Cuando volvía la madre, el niño no se acercaba a ella.

c) niños ansiosos: cuando su madre estaba en la sala no exploraban, sino que se aferraban a ella. Si la madre se iba, el niño se enfadaba muchísimo, no se mostraba amable con el desconocido y no se le podía convencer para que siguiera jugando. Cuando la madre regresaba, el niño se aferraba a ella desesperado y luego lloraba o se enfadaba.

Pues bien, como la infancia y la actitud de nuestros padres nos afecta tantísimo (o eso dicen), resulta que de adultos tendemos a repetir estos patrones y es aquí cuando al describir al adulto evasivo vi reflejada la personalidad de mi hijo. Frases como "cuánto peor se sienta su pareja menos apoyo le darán", "la intimidad emocional, la comunicación de sentimientos personales, la expresión de emociones o el contacto físico les crea incomodidad y malestar", "les cuesta tanto manifestar sentimientos como presenciar manifestaciones ajenas", etc. Si te enfadas con razón con un evasivo, éste no se disculpará y te acusará de histérica y montará en cólera. En otras ocasiones no se disculpará y tampoco dirá nada, dando la callada por respuesta o actúa con indiferencia, distrayéndose con otras cosas y sin prestar atención.

El libro está escrito, con buen sentido del humor, referido a la pareja, pero salvando las distancias resulta que esas eran precisamente las reacciones de mi hijo ante los problemas de convivencia que tuvimos cuando, unos 6 meses después de divorciarme, nos tocó vivir juntos y solos. Unas veces me llamaba histérica y decía que lo que hacía no era para tanto, otras mantenía un mutismo férreo ante cualquier intento por mi parte de comprender por qué actuaba como lo hacía y otras se distraía mirando las telarañas del techo, mientras a mi se me secaba la garganta tratando de llegar a un entendimiento.

El evasivo, según el libro, teme la intimidad porque ha sido maltratado en la infancia (el abandono o la distancia emocional) y la asocia, pues, con el dolor. De niño sufrió el abandono físico o psicológico...y se le quedó grabado a fuego en el subconsciente que depender emocionalmente de alguien puede ser peligroso.

El caso es que este niño fue abandonado dos veces antes de llegar a nosotros, mientras que sus hermanos solo fueron abandonados una vez, por sus padres biológicos. Él, además, estuvo un tiempo saliendo del centro con una familia de acogida que de la noche a la mañana lo abandonó, sin darle ningún tipo de explicación y sin despedirse. Así que no tengo porque sentirme culpable de que haya desarrollado esa personalidad, ya la traía cuando le conocí. Pero sí me duele mucho darme cuenta de que soy yo, ahora, la que paga el pato.

De todas esas historias sobre su vida anterior (cuando empezaron a salir con nosotros como familia de acogida tenía ya 6 años), lo poco que sé, lo sé de boca de los cuidadores, porque el supuesto informe que te dan cuando los adoptas nunca llegó. Por otra parte, entre los 12 y los 16 años llevé a mi hijo a un sin fin de psicólogos, psicopedagogos y demás familia y a todos y cada uno les expliqué todo esto que cuento. Ni uno solo de ellos me dijo ni una palabra sobre los tipos de apego, ni mucho menos como tratar a alguien que recela involucrarse emocionalmente.
Lo intenté, intenté llegar a él, romper esa barrera y como veía que no lo conseguía busqué ayuda, pero no sirvió de nada. Me siento una víctima y a la vez culpable. Yo, que he defendido a capa y espada que se pueden adoptar niños mayores de un año, que pueden adaptarse y ser normales (como lo son mis otros dos hijos). De hecho, este hijo del que hablo, sigue yendo a visitar a sus tíos y abuelos de vez en cuando y es una persona, en general, amable y bien educada. A los únicos que ignora completamente son a su padre y a mi.

Por suerte, según el libro, el modelo de funcionamiento de cada persona no es rígido y puede ser influido por experiencias positivas y negativas en las diferentes etapas de la vida. Ahora mi hijo vive con su novia, y con la familia de ésta, o sea en casa de los padres de su novia. Es la segunda vez que "adopta" otra familia como si fuera la suya. La primera lo hizo con la familia de su mejor amigo, que lo acogió como si fuera un niño abandonado (con sus 18 años cumplidos) y es que hay gente para todo. De cualquier manera, le deseo toda la suerte del mundo y ojalá tenga tantas nuevas experiencias positivas que le hagan llegar a confiar en alguien.

Desde que me tropecé con todo esto me he dado cuenta, de algún modo, que definitivamente estoy fuera de su vida, que tuve mi oportunidad y no la supe aprovechar. La herida, que nunca se había cerrado, sangra de nuevo y yo no puedo parar de llorar. Es por eso por lo que escribo todo esto (que seguro que con lo largo que es nadie se lo lee) para ver si con la magia de la escritura, consigo taponar un poco esa herida.

domingo, 4 de julio de 2010

SE BUSCA JEFE

SE BUSCA JEFE
que sepa sacar el máximo provecho a una persona inteligente y trabajadora, que con la motivación adecuada puede rendir mucho más que la media, a cambio del sueldo y el tiempo libre adecuados. Se ofrece persona inteligente, trabajadora, creativa, con conocimientos de inglés hablado y escrito, de informática, don de gentes para atender a clientes en persona o por teléfono. Educada, con buena presencia, culta y siempre con ganas de aprender cosas nuevas.


Me fui a ver a Gumer a su isla y lo pasé bien, mucho relax, mucho spa y conseguí desconectar totalmente, pero hete aquí que no hice más que llegar a la oficina y mi jefe, no pudiendo soportar la idea de verme tan feliz, me llamó a su despacho para recordarme que la cosa va mal, que sobra gente y que yo puedo estar entre ellas, sin ánimo de amenazar, claro. La última vez que me fui un par de días de vacaciones hizo exactamente lo mismo: sentarme en su despacho y preguntarme "¿qué es lo que tiene usted en contra mía?"...y yo que venía tan feliz.
Esta vez también se lució: frases del tipo "o estás conmigo o estás contra mi".
Creo que es un psicópata con manía persecutoria, que no soporta ver a la gente feliz y que además me tiene especial manía, vaya usted a saber porqué. Ya varias personas me han advertido de que lo que hace conmigo podría ser "mobbing". Yo solo quiero trabajar y vivir tranquila. Así que he empezado a desear que salga de mi vida para siempre, de la manera que sea, y como la suerte no toca si no juegas, ya he empezado a preparar otras oposiciones...cualquier cosa para saber que estoy haciendo algo para quitarme al psicópata ese de mi vida. ¡Qué asquito, Dios!

martes, 15 de junio de 2010

MOVIENDOME EN CÍRCULOS


Terminé mis examenes de la UNED.
Mi padre se ha recuperado milagrosamente y ha pasado de estar delirando, medio ido y sin moverse, en el hospital, a caminar, tener la cabeza en su sitio (pese a la brecha) y como niño con zapatos nuevo con su silla de ruedas (para que no se canse).
Mi hermano, el desastre, se ha vuelto un pelota insufrible y lo saca todas las tardes a pasear. Eso hasta que vuelvan a cruzarsele los cables y arme otro "pollo".
Mi ex se dedicó a mandarme sms todos los días desde su Tailandia querida y tuve que cortarle el rollo. ¡Ni tanto, ni tan poco! (Además, que los sms me cuestan una pasta).
En el trabajo las cosas siguen más o menos igual, aunque mañana hay una reunión de varios departamentos, seguramente para aumentarnos el horario.
Arturo está de vacaciones y yo me siento más sola y aburrida que de costumbre. Me mandó un sms al móvil, preguntándome por mi familia y si había habido cambios en el trabajo y me sentí muy halagada y hasta querida por ese detallazo. A fin de cuentas está en Cuba, nada menos, con su novia y sus suegros y se acordó de mí.
Mi amiga Laura me llamó para que asistamos a unas conferencias de los budistas, con meditaciones incluidas y ya hemos quedado.
Unas oposiciones a las que había presentado la instancia y me había comprado los libros, para un organismo local, van y abren el plazo de nuevo, lo cual huele a chamusquina. Seguro que se les quedó alguien a quien querían enchufar fuera y, por supuesto, los sindicatos están compinchados. Tengo la sensación de haber malgastado unos 80 euros.
Por otro lado, me estoy planteando empezar con otras a nivel de comunidad autónoma. Con esto de la crisis la cosa está muy difícil y es la única oportunidad de mejorar que veo y digo yo que algún día cambiará mi suerte, ¿no?
Lo cierto es que en cuanto terminé los examenes de la UNED me sentí vacía. Hice una pequeña reflexión sobre todos los aspectos de mi vida: cuatro horas escribiendo y dibujando mapas mentales a todo color. ¿Conclusiones? Estoy como al principio: sigo sin conseguir mejoras en el trabajo, sigo sin ser capaz de hacer amigos o relacionarme con gente nueva, sigo muy dolida y distante con mi hijo, sigue sin haber hueco para alguna pareja en mi vida y sigo teniendo un problema sexual, aunque este es nuevo. Siento que camino en círculos y que a pesar de que en muchos aspectos las cosas han ido a peor, el círculo no se rompe. Y lo que es peor, creo que ni siquiera tengo ganas de intentar cambiar nada (salvo el intento con las oposiciones, aunque ya hoy me deprimía el panorama que me espera). Así que me pasaré el verano estudiando y los fines de semana iré a la playa, sola, sin pretensiones de buscar compañía. Tengo previsto una escapadita para ver a Gumer a su isla y luego ya nada de nada, hasta Octubre, que es el mes en el que, con suerte, y toco madera, intentaré irme a Nueva Zelanda.
Me siento justo como al principio: algo va mal y la cosa no mejora.

domingo, 6 de junio de 2010

SOÑANDO CON MI HIJO

Soñé con mi hijo, ese al que le soy absolutamente indiferente.
Tenía unos 9 años y estábamos en una casa grande con toda la familia, abuelos incluidos.
Me pedía que le llenara la bañera y quería que me metiera dentro a jugar con él. La bañera es un símbolo: el primer día que vino a casa, se metió en ella vestido, con zapatos y todo, y me rogó que se la llenara. Nunca se había bañado en una. Criado en un centro de menores esa era su gran ilusión y por supuesto, se la llenamos.
Lo pedía con esa pizca de exigencia que le caracteriza, con esa autoridad que hace que parezca que lo merece todo, pero sobre todo, me lo pedía porque quería estar conmigo, porque me quería.
Se reflejaba en sus ojos.
Hacía mucho tiempo que no le recordaba como era de niño, supongo que la imagen actual me lo impide. Se veía en su mirada que entonces aún me quería...y yo estaba encantada, claro.
Luego sonó el teléfono móvil: mi padre se cayó y se hizo una buena brecha en la cabeza (13 puntos).
¿Quién dijo que la vida era aburrida?

viernes, 4 de junio de 2010

CALIMA


Esta semana ha sido agridulce, aunque más agri que dulce, la verdad.
El martes la calima hizo que las temperaturas pasaran de los 35 grados y cuando llegué a casa me encontré a mi perra, que ya era muy mayor y estaba fatal de salud, hecha gofio. No podía ni siquera subir los cuatro escalones para entrar en la casa y estar más fresquita. Se asfixiaba y no podía moverse y yo no podía con ella. Tuve que tomar una decisión: sacrificarla. Fue duro, aunque desde hacía tiempo sabía que tarde o temprano, o bien me la iba a encontrar tiesa, o bien iba a tener que tomar esa decisión. Para colmo tuve que ayudar al veterinario y cargar con el cuerpo.
Me fastidió mucho tener que tomar esa decisión sola. Mis hijos desperdigados y mi ex, que no incluyó a los perros (todavía me queda otro) en el acuerdo de divorcio, como era de esperar estaba dentro de un avión viajando a Asia. Ese fue uno de los motivos de mi divorcio, siempre que lo necesitaba, o estaba dentro de un avión, o en un país con horarios opuestos. Estoy segura de que cuando mi padre se muera él va a estar lejos. Nunca está cuando se le necesita.
Eso sí, fue a visitar a mi padre al hospital, y me dio dinero por la cara, porque ahora que no hay hijos aquí, no tiene que darme nada. Aunque yo veo ahí algo oculto, como por ejemplo que los gastos de la estancia de mi hijo en Nueva Zelanda los haya pagado mi suegro y a él le de remordimiento que sea yo la que le manda el dinero de bolsillo. No sé, de cualquier manera yo lo acepté, claro, que desde el día 20 andaba sin un puñetero duro y soy bastante boba, pero me he ido espabilando.
Mi padre por su parte ha estado más ido que cuerdo. Físicamente ha mejorado, pero en el hospital tenía alucinaciones y deliraba. Pensamos que se pasan allí con los medicamentos para que no dé la lata o algo por el estilo. El caso es que hoy, cuando el médico dijo que le daba el alta porque allí ya no pueden hacer nada más por él, dudamos mucho de poder hacernos cargo de él en casa. Pero la vida, que es como es y no deja de sorprenderme, dio un nuevo giro y una vez en casa, mi padre volvió a la cordura y hasta ha caminado. Sigo sin entender nada. En cualquier caso, bienvenido sea este alivio.
Y ¿yo? Yo he empeorado. Me ha vuelto el tic en el ojo y lloro todos los días un ratito, tenga ganas o no tenga ganas. ¿Por qué? Porque me da mucha pena y mucha tristeza todo. Me da pena mi padre, a pesar de su mala leche y su desconsideración, porque ha sido un buen hombre y no merece una vejez así. Me da pena de mi madre, que se da cuenta que debería recordar algo y no lo recuerda, que tiene que pasarse los días en el hospital, que tiene que sufrir los malos modos del médico (se pasó la pobre una mañana entera llorando por eso) y de mi padre, que aún cree que mi padre se recuperará. Me da pena mi hermana que está gorda, obesa es la palabra y no tiene voluntad para controlarse... Y me doy pena yo misma, que no soy mala persona y me siento sola, fracasada, rota.
Como la calima, que hoy al fin remite, a mi me asfixia esta situación y me ahogan mis propias lágrimas.

martes, 25 de mayo de 2010

MIGRAÑA, PLAYA Y OTROS CUENTOS

El domingo por la noche fui a ver a mi padre. Está medio ido todo el tiempo y no es muy coherente. No es ni la mitad de lo que era, ni un cuarto siquiera. Odio verle así, porque le quiero, quiero que quede claro, no vayan a pensar que tengo ganas de matarle así porque sí. Las tengo precisamente porque le quiero mucho y lo veo pudrirse en vida, morirse lentamente, sufriendo y prefiero verlo muerto que así.
Por supuesto el lunes por la mañana ya me dolía la cabeza, pero fui a hacer el examen, faltaría más. Me había prometido a mi misma que iría a la playa, porque tuve que coger el día de mis vacaciones, según el sindicato de mi empresa, no tengo derecho a faltar para hacer un examen. Y eso hice, irme pa la playa, que tanto da de .
No es por presumir, pero mi querida playa del Inglés+Maspalomas, es flipante. Por muchas razones, pero para poner un ejemplo, imagínate una pareja de alemanes o escandinavos, sentados en primera línea, en unas sillas de playa especialmente altas, ellos altos también y ambos, buaalaaa, haciendo punto de cruz, jajajaja. Flipante, ahh y en pelota picada, jejejeje, lástima no poder sacarles una foto.
El caso es que la playa me relaja y mi dolor de cabeza no se iba. Así que lo intenté todo, relajarme, disfrutar (sólo con ver a la gente que pasa por la orilla ya se divierte uno), meterme debajo del agua fría y esperar a que mejorara. Incluso ligué, jejejeje, se me acercó uno buscando guerra, pero yo, aún me pregunto por qué, lo espanté, agresiva que me pongo, no sé si me tiraron pa tras las gafas de sol horteras que llevaba o su barriguita prominente. Quizás fue el hecho de que le había echado el ojo a uno que andaba por allí cerca. La verdad es que ahora me arrepiento, porque era al menos diez años más joven que yo y tenía la cabeza llena de pelo, cosa que no puedo decir de todos los que se me acercan. En fin, quizás me libré de un psicópata o quizás perdí de vista al hombre de mi vida, ya nunca lo sabré. Lo que sí puedo asegurar es que me subió la autoestima pa allá arriba.
Como decía, mi dolor de cabeza mejoró algo, pero se levantó un viento horroroso y la arena se me metía por todas partes y decidí marcharme. (Más arrepentimientos por no decirle algo al tipo que andaba por allí cerca y que al final me miraba de hito en hito, pero no me decía nada).
Paré a tomarme un helado y volví a casa. Cuando llegué la circunferencia de mi estómago se había multiplicado por dos y tenía nauseas, la cabeza se me iba a reventar: resto del día, metida en la cama.
Hoy aún me dolía. Va a acabar conmigo esta migraña tensional y no voy al médico, ya fui y no me sirvió de nada. De hecho he ido varias veces y además me prometí a mi misma que hasta el 2011 no vuelvo a pisar una consulta (después de lo del VPH y todo aquello). Bueno, salvo al de cabecera para que me siga suministrando el dopaje doméstico. He dejado de creer en los médicos.
Hoy me duele de nuevo.
¡Vaya vida esta!

miércoles, 19 de mayo de 2010

POSIBLES SOLUCIONES


Hoy estuve barajando posibles soluciones:
- matar a mi hermano.
- matar a mi padre.
- matar a mi padre y a mi hermano.
- matar a mi padre, a mi hermano y a mi madre también para que no sufra.
- bis y acabar en la cárcel.
- bis y suicidarme para no acabar en la cárcel.
- bis y a lo mejor en la cárcel no se vive tan mal.
- suicidarme directamente y que se las apañen ellos.
- perderme de aquí y no decirle a ninguno en donde me meto.
- bis y estallar todos mis ahorros en un viaje loco e impredecible, sin retorno.
- bis y cuando se me acabe el dinero suicidarme.
- bis y cuando se me acabe el dinero buscar trabajo.
- .....
Caray, otra cosa no, pero la vida te da un montón de opciones.
Basta con cambiar el punto de vista...
En fin, aún no me decido, claro que cuando lo haga, seguro que la poli rastrea mi disco duro y encuentra este blog y ya me delato solita: -inmolarme.
Buajjj vaya rollo.

SE VEÍA VENIR

Las cosas evolucionan en una sola dirección.
Mi jefe, que iba a tener una charla confidencial el viernes después de hora conmigo, no apareció, y hoy miércoles, ni nombrar la reunión. Así de serio e impresentable es él.
El sábado fuí a ver a mis padres y me puse enferma y no lo digo en sentido figurado, enfermé físicamente y estuve todo el domingo con la cabeza a reventar y vomitando lo poco que comí. ¿El motivo? La actitud de mi padre. Sus ayysss se oían hasta tres pisos más abajo, aunque en realidad no es que tuviera unos dolores espantosos, sino que cómo él mismo dijo "estoy enfermo y tengo derecho a quejarme". Además trata a mi madre al trancazo, la palabrita mágica no existe para él y se aprovecha de la falta de memoria de mi madre para pedirle agua cada diez minutos. No pone nada de su parte y encima está todo el tiempo de mala leche. Es desconsiderado y maleducado y me envenenó tanto, que tuve que tragarme las lágrimas y las palabras para no decirle que para verlo así, prefiero verlo muerto. Duro pero real. Y las emociones que me trago me salen en forma de migrañas y vomitos: invalidante.
Para colmo de males tenemos a mi hermano, especialista en armar números tipo rompo cristales, gritos, amenazas y demás. Esta mañana montó el segundo en quince días. Mi hermana la que también vive allí, desquiciada ya del todo.
Y para terminar el día (bueno aún no ha terminado) mi padre en urgencias por las ulceras de las piernas. Yo aquí, esperando noticias, y tratando de estudiar para mi examen del lunes y dudando si comer o no comer, por si luego se me revuelve todo lo que coma.
Maravillosa que es la vida...

viernes, 14 de mayo de 2010

¡QUÉ TE CREÍAS!

¡Qué te creías! ¿Qué iba a seguir la buena racha? Ni en sueños.
En el trabajo la cosa se pone negra, cada vez se vende menos y ya hablan de echar a diez personas, la menda incluida.
Mi padre con unas ulceras que parecen cráteres en las piernas, que cualquier día de esto, lo veo venir, se las amputan y encima haciendo de las suyas, bebiendo zumos a escondidas y cosas por el estilo.
Mi madre, desriñonada y con la cabeza sabe dios donde.
Mi hermana la que vive con ellos al borde del cataclismo, el resto pasando de todo y yo en medio.
Mi hijo, desaparecido, bueno con su novia, pero a su bola, sin comunicación con su familia.
Después de todo, lo del trabajo hasta me parece tontería.
Hoy el jefe quería hablar conmigo fuera de hora y mal asunto, porque además el otro día cometí un error que le va a costar a la empresa algunas perras. Aún así, me planteo que un cambio podría ser una oportunidad de matar a la rutina, claro que...que me echen, me indemnicen y me den el paro, jejeje.
Lo dicho, un asquito todo.

martes, 4 de mayo de 2010

AL TROTE

Así ando últimamente, como la vida se ha puesto tan tediosa...yo, al trote, a ver si lo noto menos.
Estoy yendo a patinar, jajaja, sí, a patinar nada menos. Tenía que buscarme algún ejercicio aeróbico y se me apetecía patinar y al toro con ello. Y no voy mal, mejorando cada día.
De resto, fin de semana largo gon Gumer, disfrutando del sexo y del senderismo (en distintos momentos, claro) y un poco de la playa.
Por lo demás, mi padre sigue muy regular, pero sigue y mi hijo el de Nueva Zelanda ha sido el student of the week, se lo está pasando pipa.
El otro, el que vive con su padre, se ha largado por cuatragésima vez. No todo iba a ser bonito, claro.
La vida sigue...

domingo, 18 de abril de 2010

MEDITANDO


He pasado un fin de semana de retiro de meditación, en un lugar de naturaleza exhuberante, lleno de paz. He desconectado totalmente y he aprendido técnicas nuevas para practicar la meditación.
Además de estar con Laura.

El tema lo organizaba el centro de budismo tibetano de la isla y lo impartía la Lama Tsondru, que podeis ver en la foto. No me voy a volver budista, pero he salido relajada y desconectada de todo y sé reconocer a una persona sabia de verdad cuando la veo. Ha sido un placer y un lujo, oírla y tenerla cerca. Y lo aprendido es completamente aplicable a la vida cotidiana. El caso es que muchas de las cosas que se dijeron, o bien ya las había oído antes, o bien había leído sobre ellas. Lo difícil es aplicarlas, practicarlas. Pero como dijo la lama, la gente que sufre busca una solución a su sufrimiento y eso te pone en el camino. Y yo he sufrido y soy una buscadora. Claro que ya, después de esto, el cartel de friki no me lo quita nadie, jajajaja.

martes, 6 de abril de 2010

PEQUEÑOS CAMBIOS


Parece que al final va a ser cierto eso de Dios aprieta, pero no ahoga. Por fin se han producido algunos cambios, un pequeño rayo de sol se asoma al hoyo en el que estoy metida.

Mi padre salió el lunes del hospital, pero no es eso lo que me tiene más contenta. Lo que de verdad me alegra es saber que aunque muera mañana mismo, yo ya le he dicho todo lo que le tenía que decir. Ayoze me lo sugirió varias veces: aprovecha el tiempo muerto en el hospital para decirle a tu padre cuanto tengas que decir. Las circunstancias (mucha gente con el enfermo de al lado) no ayudaban, pero como yo estaba decidida, le di la vuelta a una de las hojas de mis apuntes y le escribí lo que tenía que decirle: que le quiero, que ha sido un buen padre y que espero que me perdone por todas las veces que le he hecho sufrir. Y él, que al principio de la tarde parecía medio ido, lo leyó y me abrazó. Le llegó el mensaje.

Por su parte, mi hijo, que es un sol donde quiera que vaya, ya está más que adaptado y se ha pasado la Semana Santa, recorriendo la isla con unos amigos y yo, por supuesto, me alegro muchísimo de que así sea.

Además me han surgido dos oportunidades de relacionarme y cambiar un poco de aires. Por un lado, ya tengo una voluntaria para hacer caída libre sobre las dunas de Maspalomas, cuando yo quiera y no voy a perder la oportunidad, será para finales de este mes o principios del siguiente. Y por otro lado, ya tengo pagado un fin de semana de retiro, de meditación, con Laura (aquella de mis tardes con Laura) lo que me da una magnífica oportunidad de mantenernos unidas.

Lo demás sigue igual. Sobretodo el trabajo, que cada día me pesa más por culpa de un jefe incompetente.

De todas formas, me he dado cuenta de que no entiendo casi nada, no entiendo la vida, ni a la gente. Mi madre, por ejemplo, que hoy misma me decía que cree que mi padre se recuperará, cuando para mi está claro que cualquier día de estos se muere. Ella misma, ¿es que cree que va a vivir eternamente? Y la gente que se alegra de hacerse vieja, ¡de cumplir años! Hoy estuve casi dos horas acompañando a mi madre en el centro de salud y no hacía más que decirme a mi misma: por dios, no te conviertas en una de ellas, ten la poca dignidad de suicidarte, llegado el momento...la cuestión es si sabré cuando ha llegado el momento. Y es curiosísimo, porque toda la gente de esa generación, o casi toda, cree en dios y en el super reino de los cielos y prefieren quedarse aquí, con mil achaques. No entiendo nada.

miércoles, 31 de marzo de 2010

YO Y YO MISMA

Últimamente me desdoblo cantidad. Es algo nuevo, nunca me había pasado y me pasa con mucha intensidad. Me desdoblo, yo pienso y yo me contesto, pero como si fuera dos. Ejemplo:
-Yo: ojalá te mueras de una vez, que mira que estás podrido (tras oír a mi jefe toser como si estuviera tísico).
- Yo misma: calla, no seas burra, que como se muera te vas a enterar.
- Yo: estoy harta, no lo aguanto más, cualquier día lo mando a la mierda.
- Yo misma: ¿a si? mírala a ella que valiente...¿y luego, de qué demonios te crees que vas a vivir?
etc. etc.
Así constantemente. Desde desear que se muera el jefe, o planear como ayudar a mi padre a morirse. Debe ser este letargo, esta vida lenta en la que apenas se mueve nada. Mi padre sigue en el hospital, las oposiciones no salen, mi hijo ya se adaptó a su nueva vida, mi casa sigue estancada, mi vida no avanza. Pasa un mes entero y vuelvo a ver a Ayoze, mi psicólogo y apenas tengo nada nuevo que contarle.
Estoy volviendo al principio, a los tiempos en los que este blog nació, a los tiempos en los que algo iba mal, pero que muy mal. Poco a poco, vuelvo al punto de partida. Lo he intentado, he fracasado.

lunes, 22 de marzo de 2010

DIARIO DE UN NAUFRAGIO


Domingo: me toca con mi padre en el hospital por la tarde. No he vuelto desde el miércoles, me sacó de quicio y fue tal la migraña que me entró que vine a recuperarme el sábado. Me remuerde la conciencia, fue el día del padre y solo lo llamé, pero era eso o acabar conmigo misma. Como digo, domingo tarde de hospital, el de la cama de al lado sufre una crisis, casi se muere.

Lunes: Mi hijo ya está en Nueva Zelanda, me llama desanimado, no entiende nada. Lo siento angustiado, me angustio yo misma. Trato de convencerme de que todo pasará pronto y se adaptará. Ya vuelve la migraña. Por la noche, llamada inesperada: a mi hermana le ha contado el acompañante del de la cama de al lado (que casi se vuelve a morir anoche también) que mi padre grita y delira por la noche y no le hacen mucho caso. Vamos a tener que volver a hacer turnos, aunque quizás sea peor, porque cuando nos tiene alli, delira igual y además te odia por no ayudarle a levantarse (cosa que no puede hacer, claro).

A estas horas la migraña ya se anuncia con fuerza. Mi voluntad me abandona, ya no voy a estudiar nada hoy. Quizás termine dandome a mi un ataque al corazón o un subidón de tensión y todos pal carajo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

SIGUE LA RACHA

Mi padre de nuevo en el hospital, lo que en principio no es malo, ya que en casa no estaba bien. A ver si ahora no tardan mucho en ponerlo a tono y sale en buenas condiciones de verdad.

Mi hijo se va hoy. Nueve meses lejos de aquí. Espero que todo le vaya de maravilla.

Flaqué. Llamé al Ñoño pero no me contestó. Borré su número de mi móvil. Ahora ya, por mucho que flaqueé no tengo forma de llamarlo. Se acabó para siempre.

sábado, 13 de marzo de 2010

DESPEDIDAS

Al final, sin pensarmelo mucho, me fui el fin de semana pasado a ver a Gumer a su isla. Lo necesitaba. Descanso y sexo, poco más. Con Gumer está claro lo que hay. Lo más curioso es que estar con él me recordó al Ñoño y me entraron unas ganas locas de llamarle, pero me contuve, claro. En el fondo creo que lo que le pasó fue que le hice sentirse hombre objeto, jajajaja, ¡hay que fastidiarse!

Por lo demás nada ha cambiado, teóricamente. Sigo sin recibir los resultados de esa oposición que podría sacarme de esta isla y de esta vida y sigo teniendo el mismo trabajo cutre y frustrante. Eso sí, me dieron las notas de la UNED y los resultados son buenos (sobresaliente en inglés y notable en lengua), lo que me motiva a ponerme las pilas y empezar otra vez con las oposiciones. Hasta he empezado a fantasear con una nueva vida, diferente profesión, etc. sueños, nada más.

Mi padre celebró su 76 cumpleaños, muy fastidiado físicamente, pero lo suficientemente compuesto como para pasar un rato con toda la familia reunida o casi (¿he contado alguna vez que tengo un hermano muy capullo?). Aprovechamos la reunión para despedir a mi hijo, que se va el próximo miércoles a Nueva Zelanda. Para mi ambos acontecimientos tenían sabor a despedida. Lo de mi hijo, evidentemente lo era y aunque tiene sus ventajas vivir sola, sé que lo voy a echar mucho de menos porque es un gran compañero y un gran hijo, cariñoso y atento donde los haya. Y lo de mi padre, también tenía sabor a despedida, no puedo evitar pensar que este será su último cumpleaños. Es más, viendolo como está, hasta lo deseo. Puede sonar cruel, pero es lo que siento. Lo veo tan mal, sufriendo, que preferiría que muriera, aunque cuando ocurra lo voy a sentir muchísimo. Así que he tenido sentimientos encontrados, bueno, más bien enfrentados. La semana que viene cuando vea a Ayoze le diré que aún no estoy preparada para salir ahí fuera y tratar de relacionarme, de hacer nuevas amistades, aún sigo de algún modo anclada y sin fuerzas: no estoy preparada. Mi vieja vida sigue absorbiendo toda mi energía. Quién pudiera hacer como la protagonista del último libro que he leído, La última vida, de Claire Messud, que consigue romper de forma radical con su vida y empezar una nueva en otro lugar. Yo lo intento y sigo aquí estancada...

lunes, 1 de marzo de 2010

OTROS PLANES


Como en el fondo soy una tipa positiva, en cuanto vi mis planes frustrados los cambié por otros.
El mismo viernes por la noche empecé un curso de dibujo por Internet que me tuvo despierta hasta las 2 de la madrugada y que recomiendo encarecidamente. La página es esta y lo encuentro francamente muy interesante. Yo diría incluso que es mucho más que un simple curso de dibujo.

Por otra parte, el domingo pasé el día por ahí con mi hermano y su familia, cosa que no hacía desde hace siglos y que siempre es enriquecedor. Los niños tienen siempre esa capacidad de alegrarte la vida, al menos a mi.

El sábado lo pasé con mi padre, ya de vuelta en casa. Pero no está bien, que va. Es triste verle así. No puede ni beber toda el agua que quisiera. No puede comer casi nada de lo que le gusta. Y del cuarto de estar al dormitorio tarda una media hora. Se siente cansado y está obsesionado con que no va a poder dormir. Frustrante verlo así.

Espero que haya cambios la semana que viene y espero que sean para mejor.

viernes, 26 de febrero de 2010

METEME EL DEDO EN EL OJO

La vida sigue metiéndome el dedo en el ojo. Viernes: 10.00 de la mañana, mi padre está de nuevo en urgencias. 16.00 no me dejan verle porque la hora de visita es a las 18.00
19.00 vuelo cancelado.
Vuelta a casa.
Mi padre sigue en urgencias, aunque bien.
¡A ver si Dios me quita el ojo de encima!

miércoles, 24 de febrero de 2010

VOLVIENDO SOBRE MIS PASOS


No he avanzado nada en mis super proyectos de tentar a la vida. Al revés, diríase que vuelvo sobre mis pasos. Fui a cenar con mi amigo, aquel con el que no pude ir porque mi hermana no llegó a tiempo, y este fin de semana me voy a ver a Gumer a su isla. Solo para buscar sexo desenfrenado. La idea es de Arturo, que desde que lo tengo sentado durante ocho horas a medio metro de mi ha vuelto a recuperar su papel de asesor emocional. Según él, debería tener sexo abundante (con desconocidos), hacer un trío (si es con él y otra chica, tanto mejor), tener una relación lésbica (y contarsela con todo lujo de detalles) y luego buscarme un novio formal y sentar la cabeza, jajajaja.

Yo por ahora voy a ver al Gumer, que es como pisar terreno seguro. Necesito ese desenfreno, esa desconexión, aunque sé perfectamente que no es avanzar en absoluto, sino más de lo mismo. Pero bueno, hace más de ocho meses que no le veo y hemos seguido siendo amigos desde entonces. Ya luego, cuando vuelva con las hormonas más serenas, me plantearé otras cosas. Al menos tengo eso, un amigo con derecho a roce con el que me apetece estar, que no es poco. Bueno, eso si es que una nueva borrasca que se aproxima me deja. Yo ya tengo el billete, ya no hay marcha atrás.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LA COSA MEJORA


Parece que las cosas empiezan a mejorar. Mi padre ha salido del hospital, aunque sigue un poco fastidiado, pero al menos está en su casa, más cómodo. Mi hijo ya tiene casi todos los tres mil papeles que se necesitan para irse a Nueva Zelanda a estudiar inglés durante nueve meses. El mayor ha venido y ya me ha arreglado la ventana, justo antes de que empezara el temporal que azota las islas (alerta roja).

Yo por mi parte tuve mi cita con mi querido Ayoze, mi psicólogo. Le conté mis ganas de retar a la vida, mis ganas de correr riesgos y me dijo claro que me deje de tonterías, que lo que para mi sería realmente correr un riesgo sería tratar de integrarme en algún tipo de grupo. Me propone que busque una actividad que realmente me motive y un grupo con el que practicarla. Teatro, senderismo o clubs de lectura fueron las alternativas que surgieron y es curioso que tenga que ir al psicólogo para que me diga algo tan simple y evidente. Además, pensando en ello, eso mismo ya lo he hecho antes y me ha dado resultado. Vivía en otra isla, tenía a los niños hacía poco tiempo, y era ama de casa. Curraba mucho y todo el peso de la casa y los niños recién adoptados y sin libro de instrucciones recaía sobre mi espalda. Entonces me di cuenta de que la cosa era grave cuando empecé a contar. Contaba los cubiertos que secaba, los calcetines que doblaba, las veces que pasaba la aspiradora, las baldosas que fregaba...mi cabeza solo estaba llena de esas cuentas y me dije: Verónica, algo va mal, y empecé a buscar soluciones. Primero me dio por el punto de cruz y me hice todo un alfabeto con animales y frutos del bosque adornando cada letra, pero no fue solución...no paraba de contar puntos y entonces, como caído del cielo me tropecé con un curso de interpretación que aportó mucho a mi vida en todos los aspectos. Físicamente hacíamos relajación y estiramientos; emocionalmente, provocaba la salida de muchas emociones, tanto buenas como malas y perdías el miedo al ridículo; y socialmente, hice amigos, incluso amistad íntima con una chica. Lo recuerdo como una de las mejores cosas que he hecho en la vida. Año y medio de diversión, introspección, etc. hasta que me vine de vuelta a mi isla. Por eso no deja de ser curioso que tenga que venir el Ayoze a darme esas indicaciones. ¡Ay, qué perdida he estado! De todas formas esta vez no va a ser tan fácil, estoy remolona y lo que he encontrado por Internet ya está empezado o es incompatible con mis horarios. En fin, de todas formas el vuelo libre lo pruebo, en cuanto se vaya este temporal del carajo...

domingo, 14 de febrero de 2010

Y MÁS DE LO MISMO

La vida sigue tocándome las narices. Reconozco que no soy la más desgraciada del mundo, ni mucho menos, pero tengo la sensación de que la vida me toca las narices constantemente con pequeñas cosas, como mosca cojonera que no te deja tranquila.

Lo del apagón analógico se ha quedado corto con lo que ha venido ahora, que hasta mi hijo dice que hay un espíritu maligno en esta casa. Primero fue la tele de la cocina, que perdió la conexión con la antena (y así sigue, como de adorno), luego la del salón, luego, cuando mi hijo arregló la tele del salón se cargó Internet (tuvo que venir el técnico y cambiar el módem), luego el termo (5 días sin agua caliente) y cuando por fin vino el técnico y lo arregló, ese mismo día se quemó la plancha (de las caras, de vapor) y se volvió a romper la ventana de la habitación, con lo cual ahora paso frío por las noches.

Por lo demás, a mi padre ya le hicieron un cateterismo y parece que va a salir de ésta, pero aún le quedan al menos diez días más de hospital.

Yo, fiel a mi misma, le tiré los tejes a un tipo, que se hizo el loco y acepté la invitación de otro, que me llama de vez en cuando (y es, hoy por hoy, la única persona que se interesa por mi o casi) y quedé anoche, cuando saliera del hospital, de hacer mi turno, a las 22 h. Pero como está claro que la vida no me ayuda, tuve que dejarlo porque mi hermana se metió en un atasco a causa de la cabalgata carnavalera (atasco que podría haber evitado si hubiera pillado la circunvalación). Salí tan cabreada, que enfilé la circunvalación a 120 km/h y vi clarito el flash de la foto que me hizo la policía, así que, de postre, multa. Seguro que el tipo pasa de mi.

Lo único que parece haberme salido bien son los exámenes de la uned, pero aún no han salido las notas. Y fue terminar y entrarme un mono de estudiar que te lo flipas, así que buscando, buscando, encontré unas oposiciones con el plazo abierto, igual me apunto. Ya que tengo la vida más aburrida e insociable del mundo, al menos tentar a las musas para que cuando cambie la suerte me pille preparada.

jueves, 4 de febrero de 2010

UNA VIDA ESTÁTICA


Mi vida sigue pareciendome estática. Casi nada se mueve y lo que se mueve, se mueve para peor. Mi padre sigue en el hospital. El Ñoño no contesta a mis llamadas. La oportunidad de cambiar de trabajo que espero no terminan de salir los resultados. En el trabajo, se rumorea mucho pero cambios reales poco. Y yo sigo sintiéndome sola. Así que anoche, mientras meditaba sentada junto a mi padre en el hospital, sin poder dormir, tomé algunas decisiones: ya que la vida se empeña en fastidiarme, voy a jugar con ella. Durante todo el 2010, voy a hacer cosas arriesgadas, no voy a ir a ningún médico durante todo el año (después del VPH se me han quitado las ganas totalmente) y voy a arriesgarme a decirle a más de uno lo que me apetece, por si se quiere apuntar (estoy hablando de sexo, claro). En mi lista ya están el vuelo libre, el paracaidismo, el viaje a Nueva Zelanda y tirarle los tejes a alguno que otro, buscando solo eso que me pide el cuerpo y de algún modo, aunque siga sola y tenga que hacer todas esas cosas sola, romper como sea con la monotonía de esta vida estática que tanto me fastidia.

viernes, 29 de enero de 2010

¡AYER, VAYA DÍA!

Vaya día el de ayer. Por la mañana desapareció mi madre del hospital. Estaba allí con mi hermana, cuidando de mi padre que sigue ingresado y dijo: "voy al baño" y desapareció. Mi hermana, asustada y sin poder moverse de allí porque alguién tiene que quedarse con mi padre, me llamó desesperada. Me fui a buscar a mi madre. Primero con el coche, por los alrededores y luego por el interior del hospital, que es como un laberinto enorme. Avisamos a seguridad y también al 112 porque es la primera vez que pasa algo así y estabamos asustadas. Buscar a alguien en un espacio público es como buscar una aguja en un pajar.

Al final la vi, yo estaba en el tercer piso y la vi por las cristaleras, entrando en la planta baja. Corrí como una loca, escaleras abajo. Volvia tan tranquila. Había ido a dar un paseo, dijo, y no entendía tanta alarma. Para que discutirle, si mañana no se va a acordar de nada. Así que con paños calientes y sin dejarme llevar por la histeria me la llevé a su casa. Fue la tensión de ver a mi padre, que había empeorado y de sentir que la sobreprotegemos como si fuera una inútil. Este es solo el primer episodio, me digo...no nos queda nada.

Pero el día no había terminado. Me tocaba quedarme a pasar la noche en el hospital cuidando de mi padre. No voy a entrar en detalles (sino esta entrada va a ser esperpéntica también) pero puedo resumir la noche en unas cinco horas de delirio, maldiciones hacia mí por no dejarle levantarse, gritos, insultos, me pegó y se pegó a sí mismo, batalló, peleó, sacó fuerzas de sabe dios donde y me dio guerra durante eso, unas cinco horas. Luego decidí que ya estaba bien, que se acababa ese rollo de seguir las normas y le quité el sensor del monitor, para que dejara de pitar, total no venía nadie. Luego le dejé que se quitara a ratos la mascarilla del oxígeno y le permití sentarse, a riesgo de que se arrancara la sonda o se cayera y por fin se calmó. Después de eso, después de conseguir lo que en su delirio deseaba, por fin durmió durante una hora y media seguida, más o menos.

A lo largo de esas cinco horas, salieron a flote muchos sentimientos. Lloré lágrimones de cocodrílo, preguntándome por qué no puede mi padre ser un enfermo como los demás, con sus flemas y sus orines o lo que sea, pero sin insultos ni amenazas, sin delirios. Lloré preguntándome por qué mi madre tiene que tener demencia, alzehimer o lo qué sea. Lloré preguntándome por qué siempre en mi vida parecen las cosas tan entrevesadas. Pero también salieron a flote mis instintos asesinos: me dieron ganas de darle a mi padre una de mis pastillas para dormir, para que descansara de una vez, a riesgo de que le diera un paro cardiaco o lo que fuera. Por suerte o por desgracia no las tenía a mano. Y es que no entiendo eso de "la vida por encima de todo". Luego, a la luz del día (día que tuve que ir a trabajar, claro) hasta me he reido contando las cosas que decía. En fin, siempre hay casos peores, está claro.

sábado, 23 de enero de 2010

UN REBELDE

Mi padre sigue ingresado en el hospital y aunque está un poco mejor, no tengo ni idea de cómo acabará esto. El caso es que hemos entrado en el círculo de turnos para cuidarle y demás, en el que acabas pasando muchas horas de tu vida que no te sobraban en el hospital. No me quejo, lo llevo bien, pero estar en contacto con ese mundo te hace darle muchas vueltas a muchas cosas. Entre ellas cómo evitar que a ti te pase algo parecido. Pero lo que me lleva a escribir esta entrada es el señor de la cama de al lado. (El que estaba la primera noche que pasó mi padre allí, se murió esa misma noche. Mal augurio).


Como digo, el señor de la cama de al lado, ya un anciano, que se rompió una cadera y además tiene problemas cardiacos y respiratorios, me encanta: es un rebelde. Simplemente hace lo que le da la real gana, jajaja. Si le dicen que no se puede levantar, se levanta. Si le dicen que permanezca sentado, se acuesta. Se arranca las vías, se quita la sonda, se quita los pañales. Hace, ni más ni menos, lo que le da la real gana. Vienen a cuidarlo unas horitas al día su sobrina y el marido de ésta. Es soltero y no tiene hijos y todos achacan esa rebeldía a ese hecho. Incluso lo tienen medio desnudo porque creen que si tuviera un pijama se escaparía.


A mi me encanta esa rebeldía y es que vamos al médico y acabamos como zombis sin voluntad haciendo lo que nos ordenan, muertos de miedo, pidiendo como mendigos que nos curen. Cuando pasé por el tema del VPH pensé en ello. En hacer lo que me diera la gana fuera cual fuera el resultado. Y entiendo a ese anciano rebelde, lo entiendo perfectamente y además me encanta. Elige pasar los días que le queden a su manera y la mierda lo que digan o hagan los demás.

lunes, 18 de enero de 2010

LA VIDA POR ENCIMA DE TODO

Mi padre se ha pasado el fin de semana entrando y saliendo de urgencias. Su estado físico es bastante delicado: insuficiencias todas (renal, hepática, respiratoria, cardiaca), marcapasos, diabetes...77 anos. Lleva unos meses fastidiado. Su cuerpo requiere una combinación de fármacos difícil de mantener en equilibrio y últimamente apenas puede caminar, se asfixia y no puede comer lo que le gusta.

Yo en mi fuero interno me pregunto: y todo eso, ¿par qué? ¿para qué la vida de esa manera?
No sería más lógico, ahora que ya no puede hacer nada de lo que le gusta, y además sufre, dejar que la naturaleza siga su curso.

Me reprocho a mi misma ese tipo de pensamientos, pero hablando con mi hermano me dijo que pensaba eso exactamente. Así que no soy la única. Los dos queremos a mi padre, eso por descontado, pero los dos creemos que no debería ser la vida por encima de todo, como parece creer nuestra cultura. Es duro, pero es así.

viernes, 15 de enero de 2010

CUPIDO DORMIDO


Es terrible no estar enamorada de nadie, y peor aún tener el sentimiento de que ni siquiera hay alguién que te gusta de verdad. Así me siento ahora y quizás por eso me ha dado por recordar una ocasión en la que tuve un flechazo, el único que he sentido y es que los flechazos existen, aunque para creerlo hay que tener la suerte de vivir alguno.


Es una sensación física maravillosa, mejor que un orgasmo, incontrolable, irracional y fuera de toda lógica. Las células de todo tu cuerpo dan un brinco, una voltereta, bailan, sin pedirte tu opinión, sin dejar que tu cabeza tenga tiempo de frenarlas. Es muy difícil de explicar. Es como los orgasmos (al menos los de las mujeres), que por mucho que te cuenten como son, hasta que no tienes uno no tienes ni idea de qué te están hablando.


Una vez tuve un flechazo. Yo estaba con mi marido, aún casada y se tropezó con un amigo por sorpresa. Me lo presentó y mi cuerpo se arrebató. Tuve la sensación física más alucinante que pueda imaginar. Sentí como me caía en el lago de sus ojos azules, como el azúl lo llenaba todo, como volaba. Balbuceé un "encantada" para salir del paso y fui incapaz de decir una sola palabra más. Mi mente le decía a mi cuerpo: contrólate, estás casada, no lo conoces de nada. Pero, como ya digo, todas las células de mi cuerpo entraron directamente en contacto con el influjo que emanaba de aquel desconocido.


No tengo ni idea de si él sintió algo o no, ni sé si eso es requisito indispensable para llamar a aquello flechazo. Yo sólo sé que fue maravilloso y que hoy en día pagaría toda mi fortuna por volver a sentir algo así. Es terrible no estar enamorada, y pensar que a lo mejor, ya nunca más lo vas a estar.

miércoles, 6 de enero de 2010

¡POR FIN SE ACABÓ LA NAVIDAD!


Menos mal, he sobrevivido a esta dichosa Navidad. Siempre consigue revolver cosas en mi interior, debe ser por eso por lo que a tan poca gente le gusta.


Ver las lágrimas de emoción de tu hijo porque junto con su regalo le has puesto una nota dándole las gracias por quererte.

Ver que tu otro hijo te sigue ignorando.

Ver que tu madre se ha dejado la cafetera al fuego y la mirada perdida de tu padre, ¿hay lágrimas en sus ojos?; adivina lo que se le viene encima.

Ver diez veces el mismo truco de magia que tu sobrino de cinco años lleva a cabo, entusiasmado. Esquivar a tu hermano para evitar conflictos.

Ver que por un número no eres algo más rica...

Y verlo todo desde la tristeza más profunda, esa que como una sombra agazapada en un rincón va haciendose cada vez más y más grande, llenándolo todo.


Eso es lo que me queda: la tristeza. Podría pasarme horas mirando al techo, abrigadita en mi cama, deseando no tener que levantarme nunca más...pero al final me levanto y sigo, aunque ni siquiera sepa por qué demonios lo hago.