
He pasado un fin de semana de retiro de meditación, en un lugar de naturaleza exhuberante, lleno de paz. He desconectado totalmente y he aprendido técnicas nuevas para practicar la meditación.
Además de estar con Laura.
El tema lo organizaba el centro de budismo tibetano de la isla y lo impartía la Lama Tsondru, que podeis ver en la foto. No me voy a volver budista, pero he salido relajada y desconectada de todo y sé reconocer a una persona sabia de verdad cuando la veo. Ha sido un placer y un lujo, oírla y tenerla cerca. Y lo aprendido es completamente aplicable a la vida cotidiana. El caso es que muchas de las cosas que se dijeron, o bien ya las había oído antes, o bien había leído sobre ellas. Lo difícil es aplicarlas, practicarlas. Pero como dijo la lama, la gente que sufre busca una solución a su sufrimiento y eso te pone en el camino. Y yo he sufrido y soy una buscadora. Claro que ya, después de esto, el cartel de friki no me lo quita nadie, jajajaja.
Jejejejejejee, vaya, menuda experiencia tan enriquecedora ha debido de ser.
ResponderEliminarBueno Verónica, poco a poco todo se consigue y al final vas aplicando unas cositas aquí, otras allá, pasito a paso vas incorporando esas enseñanzas a tu vida cotidiana y sin que te des cuenta un día no recordarás haber sido de otro modo.
Un besote
Ojalá...
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