Me está costando últimamente esto de poner al día este blog-diario pero es que el tiempo siempre se me hace poco.
He abandonado definitivamente la idea de las oposiciones. No hacía más que preguntarme a mi misma sino sería mi yo más profundo el que saboteaba el tema. No tengo nada en contra de los funcionarios, he trabajado con ellos y sé que hay de todo, como en todas partes. Pero francamente siempre he sentido que sería una pena que alguien que trabaja como yo lo hago se desperdicie en un puesto de funcionaria. Sonará pedante, pero es la verdad, aunque lo mismo me está pasando en la empresa privada en la que trabajo: me siento menospreciada, desperdiciada, infravalorada y sin perspectivas de nada. Así que, aunque estaba completamente decidida a ponerme a fondo de nuevo con las oposiciones, me entró tal depre a la semana de estar en ello, que he decidido renunciar.
La situación de crisis va a hacer que mucha gente se presente y el nivel esté muy alto, mucha gente que tiene todo el día para estudiar porque está en paro y va a ser muy difícil competir con ellos si tengo que pasarme 8 horas y media trabajando.
He encontrado una salida y me estoy poniendo a fondo con ello: especular en bolsa. Ya sé que suena tonto, pero es algo que se estudia también, que se puede aprender y yo sirvo para eso, para estudiar y aprender. El tema me gusta y cumplo con unos cuantos requisitos mínimos, por decirlo de alguna manera, así que estoy aprendiendo todo lo que puedo y espero estar a principios de año operando con regularidad.
Por lo demás la vida sigue. Mi hijo el mayor se tuvo que operar de un quiste encima de la nuez. Nada importante, en principio, y todo ha salido bien por ahora. El caso es que llamó a su hermano, el que me ignora, y fue a verle. Mi ex y yo lo saludamos educadamente y nos apartamos para que los hermanos pudieran hablar. Él nos ignoró y nosotros lo ignoramos. No sé si hacemos bien o mal, la situación no fue agradable, no al menos para mi, que sufro mucho con su indiferencia, pero él visita a sus abuelos, vé a sus hermanos, habla con sus tíos y a los únicos que ignora como si no existieran es a su padre y a mí. Mi ex lo tiene muy claro, no va a estar detrás de él y dice que tenemos que tener la conciencia tranquila, que hicimos todo lo que pudimos. Yo por mi parte solo sé que duele, duele mucho.
El otro sigue en Nueva Zelanda y si las cosas van bien iré a verle en Octubre, en plan pasarme la crisis por el mismisimo...y tirar la casa por la ventana, y luego que me quiten lo bailado.
A veces me pregunto como demonios he llegado hasta aquí, hasta este punto en el que estoy y no sé si sentirme dichosa o desgraciada. Sólo sé que soy diferente, que mi vida es diferente, que no estoy en el lugar que me corresponde y por eso busco, busco y sigo buscando, como rata de laboratorio en su laberinto. Quizás algún día encuentre la salida.