sábado, 19 de septiembre de 2009

VIVIR UNA MENTIRA

Un día alguién te pregunta algo y tu mientes, o simplemente dejas conscientemente que el otro tenga una percepción errónea y dejas que pase el día sin desmentirte. Al poco resulta que ha pasado una semana, un mes, un año. De repente un día haces un alto en el camino y te das cuenta de que has mantenido esa mentira, casi oculta, latente más que manifiesta, pero ha seguido ahí, escondida. Y como los años a partir de cierta edad pasan volando, resulta que ya han pasado dos, cinco, diez, veinte. Un buen día, sacas la cuenta y ya has vivido más tiempo con esa mentira replegada en un rinconcito de tu interior que sin ella. No has vivido una vida, has vivido una mentira.

Los motivos, miles, te dices: no hacer daño al otro, verguenza, etc. Pero la mentira es una bomba de relojería que te estalla entre las manos sin previo aviso. Estalla, se desmigaja, se rompe y por fin la verdad sale a la luz y te ciega. Quizás te sientes un poquito liberada, a fin de cuentas las mentiras pesan, pero la verdad también. Y la única verdad entonces es esa, que no has vivido una vida, sino una mentira. Yo ya he vivido una mentira, trataré a partir de ahora de vivir una vida.

4 comentarios:

  1. Vaya... creo que ahora no tengo tiempo suficiente para lidiar con una entrada como esta. Mañana volveré sobre ella. Hasta entonces, un besote

    ResponderEliminar
  2. ¿Y si te dijera que no es lo peor que me he hecho a mi misma? Si al final me va a dar pena hasta de mi psicólogo...
    En fin, que no te apures, sácame de tu lista de almas a salvar, déjame por imposible...
    Pero sigue visitándome, que me gusta mucho tu compañía. Un besote.

    ResponderEliminar
  3. Jejejejeje, pobre... ummm, psicólogo con nombre raro, jejejeje.
    Pufff, no sé, me sigue pareciendo una entrada tan dura, aunque bueno, lo importante es el final, vive una vida, vive TÚ vida, tal y cómo quieras hacerlo, es lo más importante.
    Porque al final, puedes engañar a todo el mundo, pero a uno mismo es imposible engañarle y es ante quién tendrás que saldar cuentas.

    Y yo no me rindo, necesito salvar muuuuchas almas para que la mía tenga alguna posibilidad.

    Tu compañía también es un placer.

    Otro beso para ti

    ResponderEliminar
  4. Guuuuauuu, gracias por tu respuesta. No hay palabras. Un besote.
    P.D. Sálvame si puedes, yo me dejo.

    ResponderEliminar