jueves, 17 de marzo de 2011

NUBLADA Y SOLITARIA


Últimamente me dan unas bajonas increibles, como nunca hasta ahora. De andar llorando todo el día, incluso en público y no tener ni idea de porque, quiero decir, sin motivo aparente. Paso días en los que estoy completamente normal, incluso optimista y muy activa y de repente, ¡plas! me hundo.
El otro día salí a hacer unas compras y unos recados, tan normal y de repente, hundida sin saber por qué, sin que hubiera pasado nada de nada, me desinflé y me tuve que volver a casa. Me encierro en mi habitación y lloro o duermo, todo ello regado con un buen dolor de cabeza, como no.

No sé si tendrá que ver con el hecho de haber dejado el "dopaje doméstico" y tampoco sé si lo mejor sería volver a él.

Este fin de semana me voy a ver a Gumer a su isla. Lo había dejado, llevabamos un tiempo sin contacto, pero hablamos y me tentó su oferta. Tampoco sé si será bueno o malo, o si quiera indiferente. Trato de hacer algo para animarme, por eso voy, pero no tengo muchas esperanzas.

En fin, que mi vida está muy nublada ultimamente.

3 comentarios:

  1. Vaya, lamento oír esto de los bajones. Sinceramente es algo que no comprendo muy bien, porque yo nunca lo he experimentado en mis propias carnes. Comprendo que uno pueda tener épocas en las que se encuentre más decaído, por el motivo que sea, pero eso de estar bien y al rato está por los suelos...

    En fin, que no tengo ni idea de lo que se siente, jejejejeje, ni por supuesto, de los motivos que te llevarán a ese estado, pero sinceramente opino que no deberías depender del "dopaje doméstico", si encadenas tu estado anímico a cualquier sustancia... mal vamos.

    Y lo de Gumer... pues no sé, tú verás vamos. Pero después de la proposición de matrimonio...

    En fin, pásalo bien y disfruta de la vida.

    Un besote

    ResponderEliminar
  2. Pues las bajonas son así, de un momento para otro y sin motivo y puedes alegrarte de no haberlo sentido, para mi es algo nuevo también. En cuanto al dopaje doméstico, estoy contenta de haberlo dejado y no quiero volver a depender de ello, pero, jo, como me está costando.
    Lo de Gumer fue como bálsamo para mis heridas, ya contaré en otra entrada.
    Un abrazo y un achuchon, Os, que con tanto frío te hará falta.

    ResponderEliminar
  3. Recibo una cantidad ínfima de achuchones, jejejejejeje, así que sí, se agradece enormemente.

    Otro achuchón para ti.

    ResponderEliminar