viernes, 26 de febrero de 2010

METEME EL DEDO EN EL OJO

La vida sigue metiéndome el dedo en el ojo. Viernes: 10.00 de la mañana, mi padre está de nuevo en urgencias. 16.00 no me dejan verle porque la hora de visita es a las 18.00
19.00 vuelo cancelado.
Vuelta a casa.
Mi padre sigue en urgencias, aunque bien.
¡A ver si Dios me quita el ojo de encima!

miércoles, 24 de febrero de 2010

VOLVIENDO SOBRE MIS PASOS


No he avanzado nada en mis super proyectos de tentar a la vida. Al revés, diríase que vuelvo sobre mis pasos. Fui a cenar con mi amigo, aquel con el que no pude ir porque mi hermana no llegó a tiempo, y este fin de semana me voy a ver a Gumer a su isla. Solo para buscar sexo desenfrenado. La idea es de Arturo, que desde que lo tengo sentado durante ocho horas a medio metro de mi ha vuelto a recuperar su papel de asesor emocional. Según él, debería tener sexo abundante (con desconocidos), hacer un trío (si es con él y otra chica, tanto mejor), tener una relación lésbica (y contarsela con todo lujo de detalles) y luego buscarme un novio formal y sentar la cabeza, jajajaja.

Yo por ahora voy a ver al Gumer, que es como pisar terreno seguro. Necesito ese desenfreno, esa desconexión, aunque sé perfectamente que no es avanzar en absoluto, sino más de lo mismo. Pero bueno, hace más de ocho meses que no le veo y hemos seguido siendo amigos desde entonces. Ya luego, cuando vuelva con las hormonas más serenas, me plantearé otras cosas. Al menos tengo eso, un amigo con derecho a roce con el que me apetece estar, que no es poco. Bueno, eso si es que una nueva borrasca que se aproxima me deja. Yo ya tengo el billete, ya no hay marcha atrás.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LA COSA MEJORA


Parece que las cosas empiezan a mejorar. Mi padre ha salido del hospital, aunque sigue un poco fastidiado, pero al menos está en su casa, más cómodo. Mi hijo ya tiene casi todos los tres mil papeles que se necesitan para irse a Nueva Zelanda a estudiar inglés durante nueve meses. El mayor ha venido y ya me ha arreglado la ventana, justo antes de que empezara el temporal que azota las islas (alerta roja).

Yo por mi parte tuve mi cita con mi querido Ayoze, mi psicólogo. Le conté mis ganas de retar a la vida, mis ganas de correr riesgos y me dijo claro que me deje de tonterías, que lo que para mi sería realmente correr un riesgo sería tratar de integrarme en algún tipo de grupo. Me propone que busque una actividad que realmente me motive y un grupo con el que practicarla. Teatro, senderismo o clubs de lectura fueron las alternativas que surgieron y es curioso que tenga que ir al psicólogo para que me diga algo tan simple y evidente. Además, pensando en ello, eso mismo ya lo he hecho antes y me ha dado resultado. Vivía en otra isla, tenía a los niños hacía poco tiempo, y era ama de casa. Curraba mucho y todo el peso de la casa y los niños recién adoptados y sin libro de instrucciones recaía sobre mi espalda. Entonces me di cuenta de que la cosa era grave cuando empecé a contar. Contaba los cubiertos que secaba, los calcetines que doblaba, las veces que pasaba la aspiradora, las baldosas que fregaba...mi cabeza solo estaba llena de esas cuentas y me dije: Verónica, algo va mal, y empecé a buscar soluciones. Primero me dio por el punto de cruz y me hice todo un alfabeto con animales y frutos del bosque adornando cada letra, pero no fue solución...no paraba de contar puntos y entonces, como caído del cielo me tropecé con un curso de interpretación que aportó mucho a mi vida en todos los aspectos. Físicamente hacíamos relajación y estiramientos; emocionalmente, provocaba la salida de muchas emociones, tanto buenas como malas y perdías el miedo al ridículo; y socialmente, hice amigos, incluso amistad íntima con una chica. Lo recuerdo como una de las mejores cosas que he hecho en la vida. Año y medio de diversión, introspección, etc. hasta que me vine de vuelta a mi isla. Por eso no deja de ser curioso que tenga que venir el Ayoze a darme esas indicaciones. ¡Ay, qué perdida he estado! De todas formas esta vez no va a ser tan fácil, estoy remolona y lo que he encontrado por Internet ya está empezado o es incompatible con mis horarios. En fin, de todas formas el vuelo libre lo pruebo, en cuanto se vaya este temporal del carajo...

domingo, 14 de febrero de 2010

Y MÁS DE LO MISMO

La vida sigue tocándome las narices. Reconozco que no soy la más desgraciada del mundo, ni mucho menos, pero tengo la sensación de que la vida me toca las narices constantemente con pequeñas cosas, como mosca cojonera que no te deja tranquila.

Lo del apagón analógico se ha quedado corto con lo que ha venido ahora, que hasta mi hijo dice que hay un espíritu maligno en esta casa. Primero fue la tele de la cocina, que perdió la conexión con la antena (y así sigue, como de adorno), luego la del salón, luego, cuando mi hijo arregló la tele del salón se cargó Internet (tuvo que venir el técnico y cambiar el módem), luego el termo (5 días sin agua caliente) y cuando por fin vino el técnico y lo arregló, ese mismo día se quemó la plancha (de las caras, de vapor) y se volvió a romper la ventana de la habitación, con lo cual ahora paso frío por las noches.

Por lo demás, a mi padre ya le hicieron un cateterismo y parece que va a salir de ésta, pero aún le quedan al menos diez días más de hospital.

Yo, fiel a mi misma, le tiré los tejes a un tipo, que se hizo el loco y acepté la invitación de otro, que me llama de vez en cuando (y es, hoy por hoy, la única persona que se interesa por mi o casi) y quedé anoche, cuando saliera del hospital, de hacer mi turno, a las 22 h. Pero como está claro que la vida no me ayuda, tuve que dejarlo porque mi hermana se metió en un atasco a causa de la cabalgata carnavalera (atasco que podría haber evitado si hubiera pillado la circunvalación). Salí tan cabreada, que enfilé la circunvalación a 120 km/h y vi clarito el flash de la foto que me hizo la policía, así que, de postre, multa. Seguro que el tipo pasa de mi.

Lo único que parece haberme salido bien son los exámenes de la uned, pero aún no han salido las notas. Y fue terminar y entrarme un mono de estudiar que te lo flipas, así que buscando, buscando, encontré unas oposiciones con el plazo abierto, igual me apunto. Ya que tengo la vida más aburrida e insociable del mundo, al menos tentar a las musas para que cuando cambie la suerte me pille preparada.

jueves, 4 de febrero de 2010

UNA VIDA ESTÁTICA


Mi vida sigue pareciendome estática. Casi nada se mueve y lo que se mueve, se mueve para peor. Mi padre sigue en el hospital. El Ñoño no contesta a mis llamadas. La oportunidad de cambiar de trabajo que espero no terminan de salir los resultados. En el trabajo, se rumorea mucho pero cambios reales poco. Y yo sigo sintiéndome sola. Así que anoche, mientras meditaba sentada junto a mi padre en el hospital, sin poder dormir, tomé algunas decisiones: ya que la vida se empeña en fastidiarme, voy a jugar con ella. Durante todo el 2010, voy a hacer cosas arriesgadas, no voy a ir a ningún médico durante todo el año (después del VPH se me han quitado las ganas totalmente) y voy a arriesgarme a decirle a más de uno lo que me apetece, por si se quiere apuntar (estoy hablando de sexo, claro). En mi lista ya están el vuelo libre, el paracaidismo, el viaje a Nueva Zelanda y tirarle los tejes a alguno que otro, buscando solo eso que me pide el cuerpo y de algún modo, aunque siga sola y tenga que hacer todas esas cosas sola, romper como sea con la monotonía de esta vida estática que tanto me fastidia.