domingo, 7 de junio de 2009

TODO UN CULEBRÓN

Ya conocí al subsodicho, al Ayoze y no me equivoqué ni en un punto, ni en una coma, y hasta le hablé del blog y de lo que escribí sobre su nombre. Eso sí, no me pidió la dirección y como además es por la Seguridad Social tampoco me atreví a dársela, porque no va a dedicarme un tiempo extra, vamos, digo yo.

Traté de hacerle un resumen de las circunstancias que me han llevado hasta este punto muerto en el que me encuentro y fue catastrófico, me lié y lo enredé todo. El pobre chico se perdía (a veces me pierdo hasta yo misma, de tanto lío). Cualquier tema que sacaba, cualquier pregunta que me hacía, daba vida a todo un culebrón y es que eso es justamente lo que me parece mi vida últimamente, un puñetero culebrón y de los malos. Concluyó diciéndome que paso por una crisis personal que me hace verlo todo negro y que para poder ayudarme necesita más datos. Me preguntó que si yo creía que ir a la consulta me iba a servir de algo y le dije que sí. Supongo que poder hablar de todo con una misma persona, que además está atada por el secreto profesional, al menos me va a servir para descargarme, para digerir todo este culebrón que ha sido mi vida. Dios, ¿cómo he sido tan torpe viviendo la vida? ¿cómo es posible que me lo haya montado tan mal?

En fin, eso, descargarme y escaquearme de paso del trabajo, que el otro día tuve un cabreo con mi jefe y me entró una jaqueca que me duró dos días y no se merece na de na, ese cabrón. Eso sí, para nuestra próxima cita, dentro de un mes, tengo deberes y nada fáciles por cierto: dibujar una cronología, reflejando brevemente los acontecimientos importantes de mi vida, tanto los buenos como los malos. Ni siquiera he empezado a pensar en ello y ya se me hace cuesta arriba, pero lo intentaré y volveré, total ya todo está perdido.

3 comentarios:

  1. Supongo que todo lo que sea para ayudar bienvenido sea, aunque francamente a mí el tema de los psicólogos... me convence más bien poco y eso que me encantaría estudiar psicología, jejejeje. No sé, pero creo que al final somos nosotros los que nos lo guisamos y nos lo comemos, somos los que nos metemos en las depresiones y los que tenemos que aprender a salir de ellas.

    En cualquier caso mucha suerte.

    Un besito

    ResponderEliminar
  2. Ese es el problema que yo me lo guisé y me lo comí pero ahora no puedo digerirlo. Yo tampoco creo mucho en psicólogos, pero estoy en el filo de precipicio y desde aquí hay pocas opciones.

    Por eso me gusta tu blog y lo visito siempre, aunque no siempre lo comente, porque es más impersonal, más filosófico.

    Gracias siempre por tus palabras. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Eso también es muy importante, tener el valor de pedir ayuda cuando uno la necesite, porque en muchas ocasiones, tal vez por vergüenza o miedo, no somos capaces de pedir ayuda a los demás.

    Me alegro que te guste mi blog, siempre es agradable oír que gustas a alguien. Y bueno, en cuanto a lo de impersonal... pues impersonal a medias. Es cierto que no cuento nada de lo que me ocurre en mi día a día, pero lo que cuento sí es producto de ese día a día, son las reflexiones que surgen en mi devenir diario y además salen del lugar más íntimo que todos tenemos, el corazón (de la cabeza o del alma si lo prefieres, jejejeje)

    Es un placer pasar por aquí.

    Un beso

    ResponderEliminar