miércoles, 11 de noviembre de 2009

ENCUENTRO

Nuevo encuentro con el Ñoño, mi amigo de la playa y ha sido sencillamente genial. Es increible como salgo renovada, relajada y risueña de esos encuentros. No siempre son tan, tan maravillosos, pero la mayoría sí y este último ha sido de sobresaliente.

Un poco de todo: sexo, caricias, masajes, complicidad, juegos. Lo liviana que me siento cuando no comparto mi pasado, ni siquiera mi presente, casi dos desconocidos, solo el aquí y el ahora, sin esperar nada del mañana. Por eso nos vemos solo una vez al mes. Al menos yo lo hago por eso, porque sé que si nos viéramos más a menudo la magia se diluiría en la rutina y yo para sentir, para disfrutar, necesito la distancia.

Las cosas empezaron así con Gumer también, pero al poco tiempo, unos cinco meses aproximadamente, se empeñó en confesarme que me quería y eso fue el principio del fin, porque luego sus actos no se correspondían con sus palabras y claro, yo esperaba que si. Yo me hubiera dejado llevar y le hubiera entregado la llave de mi corazón, pero resultó ser tanto de lo mismo, palabras. Espero no estropearlo con el Ñoño.

5 comentarios:

  1. Normalmente cuando algo te reporta felicidad es difícil contenerse y espaciarlo, queremos beber de ello cada día, pero no nos damos cuenta que con nuestro egoísmo acabamos por secar esa fuente.

    Espero que tú lo consigas y que "el Ñoño" a su vez siga estando ahí para ti.

    Un beso

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  2. Sí, no creas que no me cuesta no llamarle, pero me resisto, me resigno y la espera conlleva una recompensa mejor. Esperemos que siga ahí.
    Gracias de nuevo por tus palabras, Os, te salió muy filosófico el comentario.
    Un besote.

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  3. "Para sentir, para disfrutar, necesito la distancia"... uff, eso me habla de que has estado asfixiada, mujer!

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  4. Pues sí, doctora Yvonne, completamente...ahora, de vez en cuando me doy un respiro. Bienvenida y buscaré recetas en tu blog.

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  5. Jejejejeje, es que yo soy un tipo muy filosófico, jejejejeje.

    Lo complicado siempre es que los dos queráis lo mismo, porque tal vez él empiece a pensar que no es bueno distanciar tanto los encuentros y con ello comenzará a agobiarse, etc, etc...

    Un beso

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